El emotivo reencuentro de "Manzana" con su novia en Gran Hermano

Los participantes de Gran Hermano, Rosina Beltrán y Federico 'Manzana' Farías, recibieron a sus seres queridos en el desafío Congelados.
martes 20 de febrero de 2024
Luciana Macías, la novia de Federico 'Manzana' Farías ingresó a la casa de Gran Hermano
Luciana Macías, la novia de Federico 'Manzana' Farías ingresó a la casa de Gran Hermano

Santiago del Moro anunció que en las próximas emisiones de Gran Hermano (Telefe) se pondría en marcha “Congelados”, un desafío implacable para los participantes. Así las cosas, este lunes por la noche fue el turno de que Rosina Manzana recibieran familia en la casa en la que conviven desde diciembre pasado.

La primera en ingresar en esta ocasión fue Fabiana, la mamá de la participante uruguaya, quien la recibió con una enorme sonrisa la cual fue matizando con las lágrimas que le empezaron a caer en su rostro debido a la gran emoción que sentía. “¡Hola a todos! Quieta, quieta mi amor. Quedate quietita”, le pedía a su hija mientras ella seguía llorando.

“¡Qué lindo verte, qué lindo verte acá. Estás hermosa. no te muevas, podés llorar y mirarme”, seguía Fabiana mientras le acariciaba el rostro a Rosina, con suma ternura. “Estás preciosa, mi amor, ¡linda! Te traje algo para compartir. Disfrutá. Yo sí te puedo tocar. Podés reirte. ¿Estás feliz? Porque yo estoy feliz de verte, de verte acá, lograste lo que siempre soñaste, que es estar acá. Te lo merecés. Sabés que sos privilegiada en estar acá, como todos tus compañeros y amigos que están en la casa. Es un privilegio haber sido seleccionada y estar acá”, insistía la señora.

A Rosina, en tanto, le era imposible contener su gran emoción. “Tratá de disfrutar de esa hermosa casa que ahora la voy a ver, cada lugarcito. Tratá de disfrutarlo. Después vas a tener recuerdos de cada uno, cuando no estés más acá. Te van a quedar recuerdos para toda la vida de esta hermosa casa, que ahora es tu casa. Estás linda, estás preciosa”, insistía Fabiana mientras la seguía acariciando, en su cara y sus hombros a su hija. “Estás llena de mosquitos. ¡Quedate quieta!”, le pedía a la vez en que hacía referencia a la gran invasión de insectos que se está viviendo en la Argentina y que la casa de GH no está exenta de la misma. “Quedate quieta”, le remarcó mientras le daba un beso en el cachete.

La emoción fue generalizada y todos abrazaron a Rosina cuando el GH “descongeló” a los participantes. “No puedo creer que vino mi mamá, chicos. ¡Fue mágico esto!”, celebró la joven, ya repuesta de su gran emoción. Pero un rato más tarde, se provocaría otro subidón sentimental cuando volvería a sonar la chicharra y todos quedaran tiesos ante el ingreso de Luciana, la novia de Big Applequien quedó congelado en el living.

“¡Buenas! ¿Cómo están”, dijo la morocha, sonriente. Y luego se dirigió a su novio pidiéndole que se quedara quieto al tiempo en que le daba un beso en la boca. “Quedate quieto. Te amo mucho, ¿sí?”, le susurró Luciana. “Estoy bien. Te traje para que compartas con los chicos”, agregó y dejó el paquete en uno de los sillónes. Luego se dedicó a recorrer la casa ante la quietud de su novio y de todos sus compañeros. Después de mirar el living, fue hacia uno de los cuartos, miró hacia el interior del otro. También revisó el baño con curiosidad. Y al regresar a la sala principal, casi patina. “Ya sé por qué todos se resbalan ahí”, acotó, divertida. Luego volvió para abrazar a su pareja. “Estoy muy orgullosa de vos, disfrutá cada momento, ¿sí? Es una experiencia única. Yo estoy bien”, le decía mientras le daba más besos y caricias en la cara.

“Te extraño todos los días”, le decía ella, mientras Manzana apenas sonreía y apretaba los labios para aguantarse las ganas de hablar. “¡Estás más flaco!”, le dijo Luciana, a la vez en que elogió a todos los integrantes de la casa: “¡Son todos muy lindos!”.

“Tranqui, tranquilo, sí. Estoy bien”, seguía repitiendo ella casi como un mantra. “Te amo mucho. Te merecés estar acá, lo sabés eso. Disfrutá todo el tiempo. Tranquilo, tranquilo. Está todo bien”, insistía mientras le daba más y más besos en la boca. “Quedate quieto”, le pidió por enésima vez mientras él intentaba abrir un poco su boca, desafiando los límites del juego. Luego comenzó la cuenta regresiva que marcaba el final del desafío y Luciana se retiró no sin dedicarle más besos y otro tierno “te amo mucho”.

Al irse, Manzana cerró los ojos y se quedó así un buen rato, como queriendo procesar lo que había vivido. El Gran Hermano habló para descongelar a la casa y el tucumano se quebró mientras recibía el abrazo de sus compañeros. “¡Qué hermosa que es tu novia!”, le dijeron mientras él seguía mudo, aunque sonriente. Una vez que se repuso, pudo decir: “No puedo creerlo, amigo. Jamás la he visto tan radiante. Es increíble... ¡Qué linda que es, qué linda que es!”.