San Martín tuvo una noche para el olvido, cayó por la mínima ante Riestra y quedó marginado de obtener el segundo ascenso a la máxima categoría. El partido era por la primera fase eliminatoria y el Santo contaba con ventaja deportiva.

Los hinchas explotaron contra el equipo, que no pudo volver a ganar y con el árbitro Diego Ceballos, quien despertó polémica por su reslución en varias jugadas que podrían haber cambiado el desarrollo del encuentro.

La realidad en Atlético Tucumán es otra, con la reciente victoria ante Talleres como local, se aseguró una nueva temporada en primera división y aún se encuentra en carrera para clasificar alguna copa internacional la próxima temporada.