Patricia Bullrich se juega mucho, pero tiene confianza para capitalizar al máximo el primer debate presidencial que se celebrará esta noche en Santiago del Estero. Si bien los especialistas descreen de la capacidad que tiene el choque para movilizar el voto, la aspirante de Juntos por el Cambio aspira a evitar errores no forzados y salir fortificada del cruce, una instancia crucial en el calendario electoral.

Se concentrará en desglosar los ejes medulares de su proyecto en materia económica o educativa y, sobre todo, en confrontar con sus dos principales contendientes, Javier Milei y Sergio Massa, para potenciarse. “Firme, pero no agresiva”, repetían sus colaboradores tras el ensayo final del viernes. Sus fieles hacen hincapié en que Bullrich procurará exhibirse una versión “auténtica”, sin corsé, ya que reniega del coaching. “Llega con buenas sensaciones”, aseguran.

Patricia Bullrich llega al Debate confiada y con la misión de potenciarse
Patricia Bullrich

En su comando de campaña tienen la certeza de que Bullrich será un blanco de los ataques de Milei, quien en las últimas horas intensificó sus críticas a la exministra -la acusó de difundir en redes versiones sobre su estado de salud-. A su vez, ensayaron tácticas para evitar que Massa y el economista busquen polarizar entre ellos para borrarla de la cancha. “No va a caer en la trampa”, resaltan.

Si Milei lanza una ofensiva contra su figura -creen que podría tildarla de “montonera”, “casta” o de no manejar la agenda económica-, Bullrich intentará frenarlo para marcar el territorio. Será una misión compleja y es una incógnita con qué herramientas lo enfrentará para sacar ventaja en ese duelo. En el campamento de JxC se esperanzan con que Milei exhiba dosis de “agresividad” o que se le “salga la cadena” durante el choque para aprovechar ese flanco. Intuyen que al economista le puede jugar en contra la personalidad. “No le vamos a dejar pasar una a Milei. Si él pega, va a recibir piñas”, avisan cerca de Bullrich.

La candidata de JxC se moverá en el cuadrilátero con el objetivo primordial de resaltar sus diferencias con el modelo de Massa -insistirá con el lema antikirchnerista-, pero también se dedicará a contrastar su visión y sus propuestas con el programa político de Milei. “Hay debates que cambiaron la historia. Y hay otros que fueron intrascendentes. Depende de cómo te plantes”, repitió la exministra durante los últimos días.

Bullrich siente que arriba al primer debate presidencial con viento a favor por la agudización de la crisis y el presunto estancamiento de Milei en las encuestas. Si bien nadie suelta prenda sobre la estrategia, sus leales descuentan que intentará dejar en evidencia las marchas y contramarchas de Milei respecto de su plan para dolarizar la economía o exhibir la contradicción entre su discurso “anti-casta” y su alianza táctica con el sindicalista Luis Barrionuevo.

Con ese trasfondo, Bullrich confía en que podrá exprimir la oportunidad para reposicionarse en la carrera electoral. Cuando faltan casi veinte días para votar, la candidata de JxC percibe que recuperó el pulso de la campaña, pese a que la mayoría de los sondeos la ubican en el tercer puesto o en una pelea cuerpo a cuerpo con Massa por ingresar al ballottage.