El balance de muertos por el incendio forestal que arrasó la isla de Maui, en Hawai, se elevó al menos a 80 personas, mientras que miles se quedaron sin hogar y los bomberos continúan trabajando en la extinción de las llamas, en la peor catástrofe natural que sufrió este archipiélago estadounidense.

Se confirmó oficialmente que los muertos ya son 80, convirtiéndose en el mayor número de fallecidos por un desastre natural desde la condición de estado de la isla. Hasta el momento, la anterior catástrofe había sido el tsunami ocurrido en 1960, que dejó 61 muertos.

Según las autoridades locales, más de 14 mil personas fueron evacuadas de la isla de Maui y otras 14.500 debieron ser trasladadas a otras zonas cercanas, consignó la agencia AFP.

Richard Bissen, el alcalde de Lahaina, antigua capital del archipiélago y una de las zonas más turísticas de Hawái, estimó que el 80 por ciento de la ciudad quedó destruida debido a las llamas, avivadas por el huracán Dora.

"Lo que vimos es catastrófico. Es probablemente el mayor desastre natural de la historia del estado de Hawái", declaró el gobernador del estado de Maui, Josh Green, quien advirtió que se espera que la cifra de víctimas mortales aumente "muy significativamente".

Ante esta situación, el presidente Joe Biden declaró este miércoles el estado de catástrofe natural para Hawai, lo que permitirá liberar "fondos federales a disposición de los afectados en el condado de Maui", según explicó la Casa Blanca en un comunicado.

En tanto, el papa Francisco expresó su "solidaridad con aquellos que están sufriendo esta tragedia" y dijo sentir "una profunda tristeza"; en un telegrama enviado por el cardenal Pietro Parolin al Nuncio Apostólico en EE.UU., Christophe Pierre, que dio a conocer el Vaticano.

Los focos ígneos comenzaron en la madrugada del martes y su rápido avance puso en peligro viviendas, empresas y servicios públicos, así como a más de 35 mil personas en la isla de Maui, donde el fuego arrasó el 80% de la localidad de Lahaina, en la costa oeste.