La Organización Meteorológica Mundial (OMM) emitió un comunicado alertando sobre el cambio climático y sus consecuencias, incluso para Argentina.

La semana pasada, el planeta superó al menos tres veces el récord de temperatura promedio global desde que hay registros sistematizados y comparables. El promedio global llegó a los 17,18 grados, superando el anterior récord del 14 de agosto de 2016 y claramente por encima de lo considerado como normal, que es una oscilación entre los 15 y los 16 grados.

Las actuales temperaturas de los océanos tampoco tienen precedente, y el hielo marino antártico ha llegado a niveles de disminución récord.

Estamos en un territorio desconocido y podemos esperar que caigan más récords a medida que El Niño se desarrolla más, y estos impactos se extenderán hasta 2024. Este escenario, del cual, por supuesto, la Argentina no está exenta, es tan preocupante como esperable”, según sintetizó la comunicadora meteorológica del Servicio Meteorológico Nacional Cindy Fernández, quien explicó que existen dos grandes factores para entender porqué el planeta nunca tuvo promedios globales de temperaturas tan altos como ahora: el cambio climático y el fenómeno de El Niño, asociado a más lluvias en el centro y norte del país.

Hay dos factores a tomar en cuenta:

  • El cambio climático, que hace que las temperaturas medias del planeta cada vez sean más elevadas por efecto de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) emitidos por los seres humanos –sobre todo por la quema de combustibles fósiles–.
  • El inminente fenómeno de El Niño, que es cuando el agua del Pacífico se calienta: “Es como una gran hornalla encendida que le agrega calor a la atmósfera y así potencia aún más al calentamiento global”.

"Es una evidencia más del cambio climático que estamos atravesando, con el agravante que este aumento de temperatura significa estar muy cerca de llegar a un exceso de 1,5 grados por encima del promedio de la era pre industrial, el límite a partir del cual los científicos dicen que los daños en los ecosistemas pueden ser irreversibles", avisa la profesional.

“La chance de tener un Niño para la primavera y el verano es muy alta. Este fenómeno en la Argentina, sobre todo en el centro y el norte, significa lluvias muy superiores a las normales”

Por eso, es esperable que traiga inundaciones y lluvias extremas: “Saber esto con anticipación nos da tiempo para prepararnos y adaptarnos mejor, tanto a los ciudadanos como a los gobiernos y actores productivos. Esto ayuda a minimizar sus potenciales impactos”, agregó. /La Nación

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