California enfrenta una amenaza persistente de incendios forestales impulsados por los intensos vientos Santa Ana, mientras los bomberos trabajan para contener varios focos que han devastado la región. Al menos 10 personas han perdido la vida, y se han reportado más de 35.000 hectáreas quemadas en el sur del estado, según informaron las autoridades el viernes.

En la ciudad de Los Ángeles y sus alrededores, los incendios han arrasado un área equivalente al doble del tamaño de Manhattan.