Vía Crucis en Roma sin la presencia del Papa Francisco
Por su estado de salud, el Papa se ausentó del Vía Crucis del Viernes Santo y de otros rituales de Semana Santa, aunque compartió profundas reflexiones sobre la fe, la economía y la esperanza.

El Papa Francisco, en una reciente manifestación de su compromiso pastoral, no pudo asistir al tradicional Vía Crucis que se celebra en el Coliseo de Roma. Esta ausencia se debe a su convalecencia tras 38 días de hospitalización, de la cual recibió el alta el 23 de marzo. A pesar de no estar presente físicamente, el Papa envió un mensaje que fue leído durante la ceremonia, en el que reflexionó sobre la naturaleza de la economía divina, afirmando: “La economía de Dios no mata, no descarta, no aplasta; es humilde, fiel a la tierra”.
En su discurso, el Pontífice también destacó la figura de Jesús, describiéndolo como “el Señor de la alegría” y criticó el modelo económico contemporáneo, señalando que “hemos construido un mundo de cálculos y algoritmos, de frías lógicas e intereses implacables”. Este mensaje fue posteriormente compartido a través de su cuenta en la red social X.
En un contexto similar, el Papa tampoco participó en la misa Crismal, un evento que marca el inicio del Triduo Pascual. Sin embargo, hizo llegar un texto que fue leído por el cardenal Domenico Calcagno, en el cual instó a los fieles a recomenzar sus vidas bajo el signo de la conversión y la esperanza.
Durante el Jueves Santo, el Papa realizó una visita a la cárcel de Regina Coeli, donde tuvo la oportunidad de reunirse con un grupo de 70 reclusos. Aunque este año no pudo llevar a cabo el tradicional rito del lavado de pies, les transmitió un mensaje de cercanía y apoyo: “Este año no puedo hacerlo, pero sí puedo y quiero estar cerca de ustedes. Rezo por ustedes y por sus familias”.
A través de estas acciones y mensajes, el Papa Francisco continúa promoviendo valores de compasión y reflexión en un mundo que enfrenta múltiples desafíos.