La reciente noticia del fallecimiento del papa Francisco ha conmocionado al mundo. A los 88 años, el líder de la Iglesia Católica dejó un legado profundo y una serie de reflexiones que resonarán en el tiempo. 

Entre sus palabras, se destaca un mensaje de esperanza y continuidad: "La muerte no es el fin de todo, sino el comienzo de algo (...) Es un nuevo inicio". Este pasaje proviene del prólogo de un libro del cardenal Angelo Scola, que se publicará el próximo 24 de abril. El texto, que ha sido compartido por varios medios italianos, revela un aspecto íntimo de la visión del papa sobre la vida y la muerte. Para él, el concepto de eternidad no es simplemente un estado que se alcanza tras la muerte, sino una experiencia que trasciende lo conocido. "Viviremos algo que nunca hemos vivido plenamente: la eternidad", escribió, invitando a la reflexión sobre la naturaleza de la existencia y la espiritualidad. 

El papa Francisco, con su estilo único, siempre buscó conectar con los fieles de una manera que fuera accesible y comprensible. A lo largo de su papado, abogó por un mensaje de amor, compasión y unidad, enfrentando los desafíos contemporáneos con una perspectiva que apelaba a lo humano y lo divino. Su fallecimiento marca el cierre de un capítulo en la historia de la Iglesia, pero también abre las puertas a una nueva etapa de reflexión y diálogo sobre su legado. 

El papa dejó en claro, a través de sus palabras, que la muerte no es un final absoluto, sino una transición hacia algo más grande, un nuevo comienzo que invita a la esperanza y la fe. Así, mientras el mundo lamenta su partida, sus enseñanzas sobre la eternidad y la vida continúan resonando. La figura del papa Francisco perdurará en la memoria colectiva, no solo como un líder religioso, sino como un faro de luz en tiempos de incertidumbre.

 Las reflexiones de Francisco sobre la vejez

“Sí, no debemos tener miedo a la vejez, no debemos tener miedo de aceptar el envejecimiento, porque la vida es vida y edulcorar la realidad significa traicionar"

“Devolverle el orgullo a un término que con demasiada frecuencia se considera malsano. Porque decir ‘viejo’ no significa ‘ser desechado’, como a veces nos hace pensar una cultura degradada del des carte”

“Decir viejo, en cambio, significa decir experiencia, sabiduría, conocimiento, discernimiento, reflexión, escucha, lentitud... ¡Valor es que necesitamos desesperadamente!”

“Si acogemos con gratitud y reconocimiento el tiempo (incluso largo) en el que experimentamos la disminución de lass fuerzas, el aumento del cansancio corporal, los reflejos ya no iguales a los de la juventud, pues bien, incluso la vejez se convierte en una edad de vida”