Rusia bombardeo con misiles un hospital infantil en Kiev
Equipos de emergencia trabajan en atender a las víctimas, mientras el presidente Zelensky está en Polonia
Rusia lanzó el lunes decenas de misiles contra ciudades de Ucrania en un ataque que causó al menos 20 muertos y destruyó parte de un hospital infantil de Kiev, según informaron fuentes oficiales. Al menos 20 personas fallecieron y otras 41 resultaron heridas en el ataque contra la capital ucraniana, de acuerdo a las autoridades locales.
El Gobierno polaco informó de que el Presidente Volodimir Zelensky se encontraba en Varsovia antes de viajar a la cumbre de la OTAN en Washington.
Se oyeron explosiones y se pudo ver humo negro saliendo del centro de Kiev, informaron periodistas de la AFP.
Imágenes distribuidas por funcionarios del centro médico infantil de Kiev mostraban a personas excavando entre montones de escombros, humo negro que se elevaba sobre un edificio destruido y personal médico con batas manchadas de sangre.
Zelensky dijo que había un número indeterminado de personas atrapadas bajo los escombros del hospital infantil de Okhmatdyt y no estaba claro de inmediato cuántas habían muerto.
Según el jefe de la Administración Militar Regional, Serguí Popko, cinco niños fueron sacados del edificio destruido para su “rehospitalización”.
Vsevolod Dorofieiev, instructor veterano de una unidad de médicos voluntarios, dijo que había muertos, pero no aclaró cuántos ni si eran niños o adultos.
El presidente ucraniano señaló en Telegram que el hospital infantil Okhmatdyt de Kiev “es uno de los más importantes no sólo de Ucrania, sino también de Europa”.
“Okhmatdyt ha salvado y devuelto la salud a miles de niños”, enfatizó. “Ahora el hospital ha resultado dañado por un ataque ruso, con personas atrapadas entre los escombros, y se desconoce el número exacto de heridos y muertos. Ahora todo el mundo está ayudando a retirar los escombros: médicos y gente corriente”, explicó.
Zelensky recalcó que Rusia no puede alegar que no sabe hacia dónde vuelan sus misiles y debe “rendir cuentas plenamente por todos sus crímenes: contra las personas, contra los niños, contra la humanidad en general”.
“Es muy importante que el mundo no guarde silencio sobre esto ahora y que todo el mundo vea lo que es Rusia y lo que está haciendo”, insistió.
En el hospital, un edificio de dos pisos quedó parcialmente destruido. En el bloque principal de 10 plantas del hospital se veían ventanas y puertas reventadas y muros teñidos de negro. En una sala se veían manchas de sangre en el suelo.
Personal médico y vecinos ayudaban a mover los escombros para buscar a niños y personal médico que pudieran estar atrapados debajo. Los voluntarios formaron una línea y se pasaban piedras y restos de uno a otro. Aún salía humo del edificio y voluntarios y trabajadores de emergencias trabajaban con mascarillas.
El ataque obligó a cerrar y evacuar el hospital. Algunas madres se llevaban a sus hijos cargados a la espalda. Otras esperaban en el patio con sus hijos mientras los teléfonos de los médicos sonaban sin que nadie contestara.
Los Servicios de Seguridad de Ucrania (SBU) afirmaron que, según su evaluación inicial, Moscú había atacado la instalación con un misil estratégico de crucero KH-101, mientras que un alto cargo de la Presidencia, Andriy Yermak, afirmó que el proyectil “contiene docenas de microelectrónica fabricada en países de la OTAN”.