Un total de 97 ballenas piloto de aleta larga quedaron varadas este martes en aguas poco profundas, a 150 metros de la playa de Cheynes, en Albany, Australia. De estas, 51 perdieron la vida mientras que las 46 restantes fueron rescatadas por un grupo ecologista, en cooperación con civiles voluntarios de la zona. La escena, que puede ver en el vídeo que acompaña esta noticia, ocurrió en una reserva protegida de la Australia Occidental.

El Departamento de Biodiversidad, Conservación y Atracciones del estado de Australia Occidental instaló un campamento nocturno para vigilar a estos mamíferos marinos de gran tamaño.

Cientos de voluntarios también se ofrecieron a ayudar. Fueron tantos que las autoridades dijeron que ya tenían suficientes voluntarios inscritos e instaron a otros miembros del público a que se mantuvieran alejados de la playa.

Expertos en vida silvestre señalaron que el inusual comportamiento de las ballenas podría ser un indicador de estrés o enfermedad dentro de la manada. Las ballenas piloto son animales muy sociables y a menudo mantienen relaciones estrechas con el grupo durante toda su vida.

Las ballenas rescatas de la manada serán liberadas cuando se haya analizado su comportamiento y se compruebe que están completamente recuperadas.