La salud del Papa: internado con neumonía pero está “estable”
Un nuevo informe del Vaticano indicó que el sumo pontífice está descansando, como parte del proceso de recuperación por sus afecciones respiratorias
El papa Francisco pasó una noche “tranquila”, luego de un fin de semana en el que su salud generó preocupación. El más reciente reporte del Vaticano señaló que se encuentra descansando.
Este domingo 2 de marzo, el papa Francisco cumplió 17 días de internación en el Hospital Gemello de Roma, al que ingresó el pasado 14 de febrero por una bronquitis que luego se complicó.
No ha tenido otra crisis respiratoria de broncoespasmo como la del viernes y ayer por la tarde no tenía fiebre ni leucocitosis -recuento de glóbulos blancos en la sangre. Estos dos elementos dan señales de que no hay infección después de que el broncoespasmo le provocara la aspiración de vómito que podría haber dejado algunas trazas biológicas que pudieran generar infección.
Los médicos se dieron el viernes entre 24 y 48 horas para evaluar las secuelas que este episodiopodía tener sobre el cuadro general de la salud del papa Francisco, pero por ahora que no haya fiebre ni leucocitos altos es un buen indicador.
Sin embargo, Francisco sigue necesitando la ventilación mecánica no invasiva para mantener los niveles de oxígenos estables, aunque el Vaticano informa que responde bien tanto a ese tratamiento como al de la terapia de oxígeno de altos flujos por cánulas que ha estado recibiendo.
El pontífice se mantiene en todo momento despierto y consciente, y fuentes de la Santa Sede afirman que conserva el buen humor, come sólido y es capaz de desplazarse y moverse por sí mismo, aunque con las dificultades que ya tenía cuando entró en el hospital el pasado 14 de febrero.
Miércoles de Ceniza
Aunque el papa haya ‘cancelado’ su participación en la liturgia del Miércoles de Ceniza, ha aprovechado para continuar el trabajo en cada momento que ha estado mejor en el hospital y que experimentaba una cierta estabilidad.
No podemos olvidar que Francisco es un hombre de 88 años al que le extirparon una parte del pulmón y que los médicos no consideran que ya esté fuera de peligro, por eso lo mantienen con pronóstico reservado.
Esta última crisis (“aislada”, insisten desde el Vaticano) rompe con una tendencia que había comenzado esta semana y que había sacado a Francisco del estado crítico para hablar ya de cuadro “complejo”.