Desde diciembre del año pasado se han registrado 16 episodios eruptivos de diversa intensidad, caracterizados por impresionantes fuentes de lava, que en algunos casos han alcanzado los 180 metros de altura.

La actividad volcánica sigue concentrada dentro del Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, sin representar una amenaza inmediata para las comunidades cercanas. Sin embargo, el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) continúa monitoreando la situación debido a la posibilidad de cambios en la intensidad de la erupción.

El episodio más reciente

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El episodio más reciente ya es el número 16. Comenzó el 31 de marzo de 2025 a las 10:57 p.m. HST y finalizó el 2 de abril alrededor de las 12:03 p.m. HST. Durante este período, se registraron fuentes de lava significativas, aunque con alturas menores a las de episodios anteriores.

Según informó el USGS, la intensidad de la erupción comenzó a disminuir el 2 de abril por la mañana, alrededor de las 9:50 a.m. HST. El cráter ha mostrado una reducción en la actividad, pero sigue emitiendo una gruesa columna blanca de gas. Además, un resplandor nocturno ha sido visible desde el respiradero sur del cráter, lo que indica que el magma aún está presente cerca de la superficie.

También se han registrado pequeños eventos de salpicaduras de lava en el respiradero sur, sugiriendo que la actividad no ha cesado por completo.

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Ciclo eruptivo desde diciembre de 2024

Desde el inicio de la erupción el 23 de diciembre del 2024, se registraron episodios diversos en duración e intensidad. El episodio más corto duró 13 horas, mientras que el más largo duró ocho días y medio. Los periodos de pausa han variado entre uno y 12 días.

n varias ocasiones, las fuentes de lava han llegado hasta 180 metros de altura, aunque en la actividad reciente se han observado niveles más bajos. A pesar de esta disminución temporal en la intensidad, los profesionales del USGS han advertido que la erupción podría volver a intensificarse en cualquier momento.

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Monitoreo de la erupción y peligros

Diariamente se realizan informes sobre el estado del volcán, incluyendo un resumen de su actividad, observaciones y análisis. Además, el Observatorio Volcánico de Hawái, transmite en vivo desde diferentes puntos para monitorear cualquier cambio en la actividad y, a la vez, mantener informados a los residentes y visitantes.

Uno de los peligros es la presencia de gases volcánicos, como el dióxido de azufre, ya que pueden afectar la calidad del aire en áreas cercanas, causando problemas respiratorios. Otros peligros incluyen el cabello de Pele y otros fragmentos volcánicos de las fuentes de lava, que pueden causar irritación de la piel y los ojos.

También persisten otros peligros significativos en torno a la caldera del Kilauea, como la inestabilidad de la pared del cráter Halemaʻumaʻu, el agrietamiento del terreno y los desprendimientos de piedras, que pueden verse agravados por los terremotos en la zona cerrada al público.

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Si bien la actividad eruptiva está dentro del parque nacional, las autoridades recomiendan a residentes y visitantes mantenerse informados a través de fuentes oficiales.

El Kilauea es uno de los cinco volcanes que conforman la Isla Grande de Hawái y ha estado en erupción de forma intermitente durante décadas. Su actividad más prolongada en la historia reciente ocurrió entre 1983 y 2018, con una erupción continua que transformó el paisaje de la isla. Algunas de sus fases eruptivas hay provocado evacuaciones y muchos daños.