En el suroeste de Estados Unidos, una preocupante situación se está desarrollando a medida que se extrae una cantidad excesiva de agua subterránea para diversos fines, desde el suministro de agua potable hasta la agricultura. Este excesivo bombeo está provocando la formación de enormes grietas que se extienden varios kilómetros.

Estados como Arizona, Utah y California han observado estas grietas en las cuencas entre las montañas, y su impacto es devastador, afectando a viviendas, infraestructuras, cultivos y la seguridad de las personas. Este problema, que se monitorea desde 2002 en Arizona, se debe a la disminución de los niveles naturales de agua dulce.

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 En la actualidad, se han cartografiado aproximadamente 272 kilómetros de grietas en el centro-sur de Arizona, resultado del hundimiento de la tierra causado por el excesivo bombeo de acuíferos naturales. La investigación muestra que alrededor del 90% de los sistemas hídricos del país están agotando sus acuíferos, y algunos lugares ya son irreparables.

A medida que las temperaturas globales aumentan, los ríos disminuyen, obligando a los agricultores a depender aún más de las reservas subterráneas de agua dulce. El río Colorado, vital para la región, ya ha perdido casi un 20% de su caudal desde 2000. Sin embargo, la falta de regulaciones a nivel federal y estatal está permitiendo un uso descontrolado del agua subterránea. 

Fuente: meteored