Elon Musk defendió trabajar 120 horas semanales
A pesar de las declaraciones de Musk, la comunidad científica ha advertido sobre los peligros de jornadas laborales excesivas.
En pleno auge global de la semana laboral de 4 días, Elon Musk reveló que su equipo en el DOGE trabaja 120 horas semanales (3 veces la jornada estándar), defendiendo que esta carga extrema supera la burocracia. La medida contrasta con estudios de la OMS que vinculan más de 55 horas semanales con 745,000 muertes anuales por infartos y ACV, además de reducción del 35% en productividad tras superar las 50 horas según Stanford.
Los efectos negativos ya son visibles en DOGE: errores millonarios, filtraciones de datos y despidos impulsivos en áreas sensibles como seguridad nuclear atribuidos al agotamiento del personal. Musk, quien duerme en fábricas y sufre migrañas por falta de descanso, insiste en que "más horas = más éxito", pese a que su propia experiencia contradice esta premisa.
Mientras Bezos y Zuckerberg priorizan el descanso para optimizar rendimiento, Musk mantiene una cultura workaholic extrema. La paradoja es evidente: el magnate que impulsa colonias marcianas ignora que, según la NASA, la privación de sueño reduce las capacidades cognitivas equivalentes a 0.1% de alcohol en sangre.
El debate resurge cuando países como Islandia demostraron que reducir jornadas aumenta productividad un 25%. Expertos en salud laboral advierten que el modelo de Musk podría violar protocolos básicos de seguridad industrial, especialmente en industrias de alto riesgo donde el cansancio multiplica accidentes.