Donald Trump volverá a la Casa Blanca. El candidato del Partido Republicano ganó las elecciones y se convertirá -por segunda vez- en el presidente de los Estados Unidos. El ex mandatario consiguió la mayoría de los votos en los fundamentales y reñidos “estados bisagra” que definieron los comicios nacionales por sobre su rival, la actual vicepresidenta Kamala Harris.

“Es una victoria política que nuestro país nunca ha visto antes, nada como esto” , dijo el expresidente al público.  “Quiero agradecer al pueblo estadounidense por el extraordinario honor de ser elegido su 47º presidente y su 45º presidente”.

Acompañado de su esposa  Melania, sus hijos y gran parte del personal de campaña , Trump fue recibido por cientos de sus seguidores en el centro de convenciones del  condado Palm Beach , en la ciudad de  West Palm Beach .

Donald Trump logró una clara victoria y vuelve a gobernar Estados Unidos

“Haremos a Estados Unidos grandioso nuevamente”, dijo el expresidente (2017-2021)  ante los gritos de histeria que han inundado el lugar a lo largo de la noche , tras la victoria que ha logrado en el estado clave de  Carolina del Norte  y  Georgia. , y los buenos resultados parciales en el estado crucial de  Pensilvania .

Vamos a ayudar a nuestro país a sanar.  Tenemos un país que necesita ayuda y la necesita urgentemente.  Vamos a arreglar la situación de la frontera y corregir lo que sea necesario.  Hemos superado obstáculos que nadie había imaginado”, sumó.

Donald Trump logró una clara victoria y vuelve a gobernar Estados Unidos

“Voy a pelear cada día por ustedes con cada aliento de mi cuerpo. Trabajaré incansablemente para que tengamos el país que ustedes merecen” . “América nos ha dado  un mandato poderoso y sin precedentes. Hemos recuperado el Senado ”, remarcó Trump antes de agradecerle al presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.

Desafíos para Trump

Trump reemplazará a Biden, presidente número 46 de la historia norteamericana. Tendrá por delante una nación muy diferente a la que dejó en enero de 2021 cuando abandonó Washington DC para mudarse a Palm Beach para comenzar a reconstruir su regreso, en medio de juicios, acusaciones y denuncias de todo tipo. Pero no sólo eso: sobre todo el mundo se muestra completamente distinto al que era cuatro años atrás.

Cuando Trump dejó el poder lo hizo en medio de la pandemia por Covid-19 que paralizó las economías globales salvo la de los Estados Unidos, que se mantuvo pujante aunque con algunas restricciones sanitarias y un alto costo en vidas. Y si bien sus disputas con China -régimen que ocultó al mundo el inicio del coronavirus- se acrecentaron por cuestiones comerciales y económicas, en aquel momento Beijing no acosaba semanalmente a Taiwán con maniobras militares y simulacros de bloqueos marítimos y aéreos, poniendo en peligro la seguridad regional e internacional.

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Durante su campaña prometió aranceles a productos chinos y a otras importaciones; bajar impuestos y atacar la inflación, uno de los factores que impidió que Harris continuara los pasos de Biden. Algunas economías emergentes deberían tomar nota.

En la actualidad, Asia vive momentos de zozobra por la creciente actividad militar impulsada por Xi JinpingJapónCorea del Sur Filipinas -sumados al gobierno democrático de Taipei- son socios estratégicos en el Océano Pacífico de los Estados UnidosTrump posiblemente auspicie -siguiendo su estilo de diplomacia directa- una cumbre con el jefe de la autocracia china para intentar contener el impulso belicista que manifestó en los últimos años. Pero esas negociaciones se entremezclarán con otras que son de interés del Partido Comunista Chino (PCC): las restricciones que Washington impuso a Beijing en la compra de microprocesadores, claves para el desarrollo tecnológico militar y para la hegemonía de las próximas décadas.

Otro escenario que Trump prometió solucionar en poco tiempo es la sangrienta invasión a Ucrania ordenada por Vladimir Putin. ¿Con quién se sentará primero? O mejor dicho: ¿a quién convencerá primero? Será difícil que Putin abandone sin condiciones el territorio ocupado. Mucho menos ahora que consiguió la ayuda invaluable de su amigo, el dictador norcoreano Kim Jong-un, un viejo conocido del presidente electo. El ruso tampoco querrá seguir siendo un paria internacional. Los pedidos se acumulan. Seguramente, Putin pedirá más de lo que Volodimir Zelensky esté dispuesto a negociar o resignar. La guerra lleva eternos y sangrientos 987 días. Las muertes y bajas son cuantiosas, pero las tropas ucranianas -y su economía- están exhaustas. El jefe de estado ruso lo sabe. ¿Qué hará Europa ante este nuevo escenario? Temprano para saberlo. Por las dudas, Emmanuel Macron, presidente de Francia, fue de los primeros en saludarlo.

Donald Trump logró una clara victoria y vuelve a gobernar Estados Unidos

El triunfo de Trump es una mala noticia para el ayatollah Alí Khamenei, a quien parece que la estrategia de la “paciencia eterna” y el uso de sus milicias extranjeras ya no le sirve contra sus enemigos. ¿Se precipitará un conflicto aún mayor en Medio Oriente antes de que llegue el republicano a la Casa Blanca? ¿Cómo podría actuar Teherán contra Israel sin una fuerza aérea a la altura de su poderío en los cielos? ¿Qué pasará con su plan nuclear, programa que Trump aplazó para siempre?

Sea cual fuera la decisión del régimen iraní antes de la asunción del republicano, Washington ofrecería todos sus recursos a Tel Aviv para su defensa, aunque la administración demócrata esté llegando a su fin. Un ataque total contra Israel constituiría un grave error de cálculo por parte de Khamenei, cuyas alternativas son cada vez más reducidas. ¿Qué hará Teherán cuando Trump asuma el poder en enero próximo?

Donald Trump conocerá un mundo completamente diferente al que dejó en 2021. Tiene tres frentes bélicos muy delicados que podrían derivar en una guerra mundial, esta vez, con potencias nucleares enfrente. “Voy a terminar guerras, no voy a empezar guerras”, dijo en su discurso de proclamación desde el Centro de Convenciones de Palm Beach. Será, después de mucho tiempo en la historia, un presidente en tiempos de guerra. Aunque él no haya librado ninguna.