Tras pasar una segunda noche de apagón casi total y con problemas que persisten, Cuba se prepara este domingo en una carrera contrarreloj para el inminente impacto del huracán Oscar en el este de la isla. El país se quedó sin luz a partir de la media mañana del viernes, tras la salida imprevista de operaciones de la central termoeléctrica Antonio Guiteras, la principal de la isla y ubicada en Matanzas (occidente).

Las primeras protestas claras de la población se escucharon en Cuba la noche del sábado debido a la grave crisis provocada por el colapso total de la red eléctrica de la isla ocurrido en la mañana del viernes. Así lo informó el portal 14 y Medio cercano a la disidencia del gobierno castrista de Miguel Díaz-Canel, destacando que fuertes "cacerolazos" se sintieron tanto en la capital La Habana, como en otras ciudades, donde en algunos casos el pueblo también sale a la calle a protestar. En las redes sociales circulan también numerosas imágenes y vídeos de las protestas nocturnas de los habitantes de la isla y el portal 'Diario de Cuba' informa de manifestaciones espontáneas también en el paseo marítimo de la capital, en el famoso Malecón y en el barrio de Bahía.

Oscar se mueve por el Caribe en dirección oeste-suroeste y se desplaza a unos 19 km/h, con vientos de hasta 130 km/h. Hacia el mediodía se ubicaba a unos 185 km de Guantánamo, según el último reporte del estadounidense Centro Nacional de Huracanes (NHC). El alerta de huracanes sigue vigente para el sureste de las Bahamas y la costa norte de las provincias cubanas de Holguín y Guantánamo, en el este. Oscar llega a una Cuba en plena crisis energética, que pasó su segunda noche sin luz debido a una avería el viernes en la principal central termoeléctrica que provocó la caída de la red.

El presidente Miguel Díaz Canel dijo el sábado por la noche en la red X que "ya se trabaja arduamente para la protección del pueblo y los recursos económicos, ante la inminencia del huracán Oscar". "Igualmente se atiende la situación energética de la isla", añadió. La presidencia de Cuba dijo el sábado en X que se avanzaba en la recuperación del servicio eléctrico y que el "16% de los consumidores" contaban con energía eléctrica, aunque cerca de medianoche el Ministerio de Energía y Minas señaló otra "desconexión", en este caso de un "subsistema de occidente".

"¿Qué va a pasar?"

Sin dinero en efectivo, con sus alimentos a punto de echarse a perder y cargando agua con baldes, la preocupación de los habaneros se dispara en el tercer día de un apagón casi total: "¿Qué va pasar en Cuba?", se pregunta Adismary Cuza.

Cuza, una trabajadora privada de 56 años, está desesperada. Su hija de 21 años tiene una enfermedad crónica y los medicamentos que necesita deben ser conservados en heladera. "Ya mi frío (refrigerador) tiene tres días de descongelado y temo que se me eche a perder todo", explica la mujer, de camino a su trabajo en La Habana Vieja. Si esto sucediera, "¿qué va a pasar con mi niña que tiene una insuficiencia renal crónica", agrega compungida.

"¿Qué va a pasar en este país", se pregunta desesperada y cuestiona cómo es que las autoridades cubanas no pudieron anticipar esta situación. "Que se te vaya la luz cuatro o cinco horas..., pero esto ya es una falta de respeto con el pueblo, no tengo otra forma de calificar lo que nos está sucediendo", dice con molestia esta diseñadora, que declina dar su apellido.

"Un país paralizado durante tres días es demasiado", apunta.