Más de 12 mil años después de su extinción, el lobo terrible volvió a caminar la Tierra. El avance fue anunciado por la empresa Colossal Biosciences, que crio a los primeros cachorros genéticamente modificados con genes del Aenocyon dirus, el temido cánido prehistórico.

El lobo terrible, conocido por su gran tamaño y poderosa mordida, fue uno de los grandes depredadores del Pleistoceno. Su extinción hace entre 12 mil y 13 mil años, estuvo ligada al cambio climático y la desaparición de su presa principal: la megafauna. Ahora, la empresa Colossal Biosciences utilizó ADN fósil para reconstruir su genoma y, mediante ingeniería genética, combinarlo con el de cánidos modernos.

Así lucía el lobo terrible.

El resultado fue el nacimiento de tres cachorros modificados, llamados Rómulo, Remo y Khaleesi, el pasado 1 de octubre en un laboratorio de Texas. “Escuchar el primer aullido de Rómulo y Remo fue como retroceder en el tiempo. Es un sonido que no se oía desde hace milenios”, expresó Ben Lamm, CEO de Colossal, durante una conferencia de prensa.

Estos animales viven actualmente en una reserva de más de 800 hectáreas en el norte de Estados Unidos. Se espera que el experimento no solo permita conocer más sobre esta especie extinta, sino también restaurar ecosistemas alterados por el paso del tiempo.

El primer aullido tras milenios

El equipo de Colossal compartió en redes sociales el video del primer aullido. “No es como el aullido de un lobo gris moderno. Tiene una resonancia más profunda, reflejo de su estructura física más robusta”, explicó la paleontóloga Ángela Ferri. El clip, que ya es viral, fue descrito por usuarios como “un milagro científico”.

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X de Colossal Biosciences®

Aunque el avance genera entusiasmo, también abre debates éticos y ecológicos. “No sabemos cómo interactuarán con los ecosistemas actuales o si podrían convertirse en invasores”, advirtió Rafael Labarca, biólogo de la Universidad Católica de Chile.

Por ahora, los científicos monitorean de cerca a los lobos, que siguen una dieta basada en lo que sus ancestros comían hace milenios. El objetivo final: perfeccionar las técnicas para aplicar la desextinción a otras especies como el mamut lanudo. Mientras tanto, el aullido de Rómulo, Remo y Khaleesi marcan un antes y un después para la ciencia.