En la mañana de este sábado, murió Silvia Liceaga, la esposa de Carlos Monti. La triste noticia fue confirmada mediante un comunicado de APTRA, entidad de la que el conductor de Entrometidos (NetTV) es socio y fue directivo. La mujer estaba casada con el periodista desde el año 1981, con quien tuvo a sus tres hijos, María PazIgnacio y Milagros, periodista de Teleshow, pero siempre había mantenido un perfil muy bajo.

Tras haber sido diagnosticada con leucemia, Silvia había sido sometida a un trasplante de médula. Pero en los últimos tiempos su cuadro de salud se complicó y permaneció con una internación domiciliaria, siempre rodeada del amor de sus seres queridos que hoy la están despidiendo.

La ausencia de Monti tanto en su programa como en Desayuno Americano (América), ciclo del que es colaborador, obligó al periodista a explicar la situación por la que estaba atravesando la familia. “A Silvia le detectaron leucemia en noviembre y en marzo le hicieron el trasplante. El problema es que este procedimiento podía tener 3 resultados: que el cuerpo lo acepte, que lo rechace o que tenga algo que se conoce como injerto de huésped que fue lo que tuvo ella, 40 días después del trasplante. Eso fue lo peor”, contó hace unas semanas.

El periodista explicó que su esposa había recibido la médula de uno de sus hermanos, que tenía una coincidencia del 100 %. Sin embargo, luego detalló con tristeza: “El tejido  no se reconoció en el cuerpo de Silvia y empezó a atacar a los órganos. Esto puede ser temporal o crónico, en mi mujer se hizo crónico”.

En esa misma charla, Monti se sinceró: “Uno se tiene que ir preparando para lo peor... esto nos dio vuelta, nos cambió la vida”. Y luego se encargó de destacar las virtudes de su esposa: “Silvia es una mujer alegre, muy vital. Muy. Es encantadora, por eso me enamoré de su empuje pero tuvo que dejarlo todo por su salud. Nosotros nos adaptamos a ella, hace años que duermo con un ojo abierto”.