L-Gante  habló de su reencuentro con Wanda Nara en un boliche y se sorprendió con sus declaraciones. A dos semanas de confirmar su separación, el referente de la Cumbia 420 admitió:  “La llama sigue encendida” . 

“Tuve un reencuentro, Wanda me fue a ver a un show en Cherry, zona norte”, dijo en diálogo con  Intrusos  ( América ). Consultado acerca de si se trata de una reconciliación, lo negó: “No, no volvimos.  Nos llevamos bien, tuvimos un momento de buen trato, nos extrañamos, una caricita, bien . Bien porque nunca se perdió nada”. “La llama sigue encendida”, lanzó divertido. 

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El movilero reparó en que días atrás él había dicho que se alejaba del escándalo de la novela turca, y Elián explicó: “Necesitaba relajar un poco”. Tras haber tomado distancia, prefirió no opinar del escándalo: “Lo personal, lo familiar, lo serio, no me gusta mucho ni hablar de eso, ni meterme...  Eso es algo que se tiene que resolver por lo legal, por la ley , por la Justicia  y hasta ahí nomás. Después les deseo lo mejor. Si se crean parejas nuevas, que ojalá que sean fuertes. Yo, en la mía, y mientras tanto, lo que me brinde la vida”.

Respecto a la situación personal de Wanda, destacó: “La veo bien, disfrutando de sus hijos, despierta, tranquila y ocupándose, pero relax”. “¿Crees que te busca vos para encontrar esa paz?”, quiso saber el cronista. Y él reafirmó: “Y de a poquito nos vamos asomando ahí nosotros con lo nuestro, pero nada, que fluya.  Yo sé que el vínculo con ella es bastante fuerte y que para romperlo se necesita algo mayor . No nos vamos a pelear por boludeces”.

Las palabras y gestos recientes de Wanda y L-Gante abren un abanico de posibilidades.  Mientras algunos ven en ellos una reconciliación inevitable, otros interpretan estas señales como el epílogo de un romance que se niega a desaparecer . Sea cual fuere el desenlace, una cosa es segura: la relación entre ambos no deja indiferente a nadie. La trama de este vínculo, llena de pasión y desafíos, sigue escribiéndose bajo el implacable escrutinio de la opinión pública.

Por ahora, las puertas permanecen abiertas. Y el tiempo, como siempre, será el juez definitivo.