El panorama para los supermercados sigue siendo complejo, según Ignacio Ferrer, secretario de la Cámara de Supermercadistas. Aunque algunos productos como la harina, el azúcar y el queso tienen precios más bajos que el año pasado, las ventas continúan estancadas.

Caída promedio

Los supermercados han tenido meses difíciles con una caída promedio del 10% al 15% en sus ventas. “Venimos de muchos meses con una caída y un estancamiento en ventas”, señaló Ferrer.

Frente a este escenario, los empresarios del sector están buscando formas de reactivar el movimiento de mercadería. “Es importante activar la venta para evitar el vencimiento de productos, especialmente los perecederos, y así poder cumplir con el pago de los servicios”, explicó Ferrer. Las promociones son una de las estrategias utilizadas, pero no parecen ser suficientes para revertir la tendencia.

De cara a las fiestas de fin de año, Ferrer expresó incertidumbre sobre el comportamiento del consumo, aunque espera que haya un repunte. “En la previa a las fiestas suele haber una baja, pero esperamos que la situación mejore”, comentó. A pesar de la inflación, Ferrer no prevé grandes cambios en los precios de referencia respecto al año pasado, ya que la industria también ha ajustado sus valores a la baja. “Hoy, productos como la harina y el azúcar están más baratos que en esta misma época del año pasado”, aseguró.

Uno de los problemas que enfrentan es la falta de distribución de ciertos productos, como el espiral, cuyo desabastecimiento es notorio. Sin embargo, Ferrer destacó que los consumidores de barrios están optando cada vez más por los comercios de cercanía, lo que también afecta el flujo de ventas en los supermercados.

La incertidumbre reina en el sector, pero el objetivo de los supermercadistas es claro: reactivar el consumo para evitar mayores pérdidas y garantizar la sostenibilidad del negocio en los próximos meses.