En un contexto de inestabilidad económica, con un nivel elevado de inflación y el dólar con cotizaciones récord, hacer un manejo eficiente de las finanzas personales resulta todo un desafío.

En la vida existen numerosos factores que inciden directamente en la salud física y mental de las personas. Realizar o no determinadas acciones pueden ayudar a mantenerse saludable o a enfermarse. 

Una persona es sana financieramente si gasta menos de lo que gana, paga a tiempo sus cuentas y créditos, cuenta con el dinero suficiente para gastos corrientes, tiene ahorros e inversiones a largo plazo, su deuda es sostenible, mantiene un historial crediticio limpio, cuenta con seguros adecuados a sus necesidades y tiene un plan de ahorro para su retiro.

De lo contrario podría estar padeciendo algunas de las siguientes enfermedades relacionadas con el dinero que le impiden tener el control de sus finanzas, tanto en en tiempos de crisis como en momentos favorables de la economía del país.

  1. Estrés financiero

El Financial Health Institute lo define como una condición causada por eventos que crean ansiedad y preocupación, a menudo viene acompañado por una respuesta física. Sentimos angustia y presión ante una situación económica inestable y eso nos provoca insomnio, cambios en el comportamiento, inseguridad y hasta enfermedades graves.

Si bien las más afectadas son aquellas personas que tienen una predisposición a padecer este tipo de trastornos, es muy probable que gente que no tiene esa tendencia desarrolle un cuadro de estrés importante ante la inquietud de no tener perspectivas claras que den señales de alivio.

  1. Adicción al gasto

Entre su sintomatología está la irracionalidad a la hora de consumir, lo que los convierte en compradores compulsivos.

Muchas veces es inevitable, como en temas de salud, pero generalmente se gasta de más por apuro. Adquirir productos costosos cuando no es realmente necesario o hacer un viaje demasiado caro sólo por conocer un lugar puntual son dos ejemplos de este tipo de gastos por ansiedad y no por necesidad.

En muchos casos, quienes además no poseen ahorros disponibles, se ven obligados a pedir dinero prestado y generan una deuda.

  1. Alergia al dinero

Son personas que generan muy poco dinero o inclusive nada y cuando lo reciben tienden a “perderlo”. Esto se debe a que su inconsciente percibe al dinero como peligroso. En tanto, en casos de llegar a recibir dinero a través de herencia, regalo, premio, la persona inconscientemente lo pierde (por ejemplo con pérdidas/descuidos o contrayendo deudas).

  1. Intolerancia al dinero

Son personas que logran generar dinero pero rápidamente se lo “sacan de encima” por estafas. Por ejemplo se lo prestan a un familiar o amigo que nunca se los devuelve, los estafan, realizan una inversión y lo pierden, se los roban, etc.

¿Por qué? Según explican expertos,  porque el inconsciente percibe al dinero como tóxico, como algo que cae mal.

  1. Intermitencia económica

La persona experimenta un piso y un techo financiero. Nunca gana lo suficiente para hacer grandes cambios en su vida personal y familiar, pero tampoco gana poco pero termina siempre endeudada. Estas personas llegan a fin de mes, pueden ir a comer afuera, darse ciertos mimos, pagar cuota del auto, de la casa pero no sobra para mucho más.

Cómo organizarse y tener buena salud económica

  • Identificar los problemas y armar un presupuesto: lo primero que se debe hacer es mantener la calma. Una mente despejada razona mejor. Para esto lo ideal es armar un presupuesto detallado y localizar así la raíz del problema.
  • Hacer una lista con todos los gastos: desde el alquiler o la hipoteca, hasta los consumos diarios más pequeños. Establecer pagos automáticos para facturas recurrentes y ahorros.
  • Control de gastos: existen aplicaciones o calculadoras de ahorro que ayudarán a controlar los gastos y mantenerse al día con el presupuesto mensual. Considerar modificar el presupuesto para darle prioridad a las metas que ayudarán a reducir el estrés financiero, como pagar tarjetas de crédito con tasas de interés altas.
  • Unificar gastos: dentro del control de gastos, si se tienen muchas cuotas de préstamos o tarjetas, lo mejor es consolidar la deuda para tener un mejor control, y reducir gastos asociados.
  • Realizar el pago mínimo en cada una de las tarjetas.
  • Elegir una estrategia de pago y mantenerlo.
  • Evitar contraer una nueva deuda de tarjeta de crédito.
  • Mirar hacia adelante y no castigarse por lo hecho en el pasado, es mejor concentrarse en no repetir esos momentos de estrés. Cuando se estabilice la situación financiera personal, pensar en ahorrar lo que se pueda. De esta manera, se tendrá un soporte económico que se podrá usar ante un imprevisto.
  • Educación financiera: adquirir conocimientos y habilidades financieras, ya que será de mucha ayuda en la toma adecuada de decisiones diarias. El objetivo será mantener la salud financiera personal y evitar situaciones de desequilibrio económico.