El Banco Central avanzó en una nueva baja de tasas, fue el segundo recorte en meses consecutivos. Bajó 10 puntos porcentuales la tasa de referencia de la política monetaria y la dejó en 70% anual.
El recorte en este valor, que es el interés que el BCRA aplica a los pases a un día, se aplica en un contexto en el que el Gobierno espera una nueva baja en la tasa de inflación y busca continuar con la reducción de los pasivos remunerados del organismo.
Es que, en su camino a “limpiar” el balance del BCRA, el Gobierno se aferra a su estrategia de licuación: bajar las tasas de interés (que ya eran negativas y se ubicaban por debajo de la suba de precios) implica menos emisión de pesos para remunerar los pasivos (fundamentalmente pases), que al cierre de esta nota superaban los $34 billones.
Y ese esquema monetario propuesto se traslada directamente al ahorro de los argentinos en pesos, que también pierden poder adquisitivo bajo los efectos de la licuadora oficial en un contexto de cepo cambiario. La decisión de baja de tasas de interés aplicada ayer también se derramó sobre los rendimientos de los plazos fijos, que siguen con tasas negativas frente a la inflación.
Luego de la medida del BCRA, los bancos avanzaron en una baja de las tasas que les pagan a sus clientes por los plazos fijos en pesos a 30 días, con un promedio del 59% anual (78% de tasa efectiva anual).
Bancos como el Galicia, el Ciudad, el Provincia de Buenos Aires, el Nación, el Santander, el ICBC y el Patagonia recortaron el rendimiento al 60% anual. En el BBVA, en tanto, el rendimiento de esta inversión es del 57% anual. En el Macro la tasa es del 58% en sucursales y 61% si se hace vía app o home banking (canales digitales).
En tanto, Ualá, paga hoy un 65% y es el que más paga.En este nuevo escenario, quien decida crear un plazo fijo con un 60% de tasa nominal anual con $100.000 obtendrá un rendimiento en el mes $5096 y cabo de 30 días recibirá $105.096.
Una tasa nominal anual del 60% implica una tasa efectiva anual del 79,62% (es el resultado hipotético que obtendría un inversor si renueva mensualmente su inversión con los rendimientos sucesivos).
En términos mensuales, el rendimiento de la inversión será algo superior al 5%, cifra que si bien es superior al ritmo de ajuste del tipo de cambio oficial (el dólar ajusta al 2% por mes) es negativa en términos reales al cotejarla contra la inflación: se espera un 10,8% en abril, según las últimas proyecciones de consultoras volcadas en el Reporte de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central.
“Esta medida está en línea con lo que viene haciendo el Banco Central desde diciembre del año pasado, con tasas fuertemente negativas a los efectos de licuar los pesos que podrían llegar a correr sobre el tipo de cambio en un eventual levantamiento del cepo. Y por más que desacelere la inflación, más fuertemente desacelera la tasa”, describe el analista financiero Christian Buteler.
“De esta manera, mejora el balance del BCRA, al emitir a tasas reales negativas. Obviamente, el efecto para todo aquel que tiene plazos fijos es seguir perdiendo por mantenerse en pesos. Hoy la última opción que tiene el ahorrista tradicional es el plazo fijo UVA, pero tiene plazo mínimo de seis meses y eso genera reticencia por depositar ahorros por un tiempo tan largo”, agrega el analista.