Los bancos ajustan las tasas de préstamos en pesos tras la nueva fase del plan económico
Las entidades acomodan sus esquemas financieros al nuevo contexto, que tiene mayores restricciones. En las líneas comerciales de corto plazo, el aumento de la tasa promedio llegó a nueve puntos porcentuales desde el viernes.
Junto con la suba de tasas de los plazos fijos, que beneficia al depositante, los bancos también empezaron a aumentar el costo de tomar préstamos luego del arranque de la nueva fase del plan económico. Según los datos promedio del sistema, el alza durante el primer día de esta semana fue de entre 5 y 9 puntos porcentuales, según la línea.
Con menos pesos en la calle y sin posibilidad de tomarlos a costo bajo en el Banco Central (BCRA), que cerró la ventanilla de liquidez en pases, las entidades financieras subieron las tasas activas para mantener el diferencial con lo que ofrecen a los depositantes por los plazos fijos. Así, sostienen sus ingresos por la intermediación.
La autoridad monetaria releva diariamente dos tasas de crédito en el sistema financiero. La primera corresponde a los adelantos en cuenta corriente, un préstamo de muy corto plazo usado por las empresas. A fines de marzo, el costo promedio de esa línea era de 36,02%; el viernes pasado ya había llegado a 44,48%; y este lunes había escalado a 53,89%.
El otro costo financiero que releva el BCRA es el de los préstamos personales. Desde fines de marzo hasta el viernes 11 de abril, la tasa oscilaba en torno a 69%. Sin embargo, este lunes saltó a 75,6%.
“La suba fue de 400 puntos básicos en promedio, para todos los segmentos”, contaron en una entidad privada. Desde otra institución reconocieron: “Va haber un ajuste en la tasa de préstamos, como sucede siempre que hay un aumento en la materia prima, que en nuestro caso son los pesos”.
Según datos del BCRA a marzo, el crédito al sector privado llevaba 12 meses consecutivos de crecimiento y acumulaba un aumento real de 117,5% sin estacionalidad con respecto a los mínimos de enero de 2024. Con fuerte demanda, las tasas pueden subir sin afectar la colocación.
Fernando Baer, de Quantum Finanzas, interpretó en que la suba de tasas es una reacción de mercado al cambio en la política monetaria, que ahora es más contractiva.
“En la medida en que se vaya acomodando el mercado de dinero y el de cambio, vamos a ver modificaciones en la tasa de interés. Si la demanda de crédito sigue aumentando, pero la monetización de la economía no acompaña, las tasas en pesos van a tener a subir. También pasará lo mismo si la expectativa de inflación o devaluación se aceleran. Si sucede lo contrario, bajarán”, expresó el economista.
Por su parte, Gabriel Caamaño, economista y socio de la consultora Outlier, coincidió en que los bancos están acomodando las tasas al nuevo esquema monetario y a los cambios que hizo el BCRA en la regulación de encajes. A principios de abril, la autoridad monetaria decidió no renovar los incentivos y bonificaciones de efectivo mínimo que había para la porción de depósitos destinadas a fondear créditos pyme.
Eso significó un alza en los encajes efectivos que sufren los bancos por tener pesos inmovilizados a tasa cero. Para compensar ese efecto, ya desde ese momento empezaron a subir las tasas de crédito. A eso se sumaron las novedades del viernes pasado, cuando el Gobierno anunció un nuevo esquema de agregados monetarios que buscará restringir todavía más la cantidad de pesos en la economía.
Finalmente, Gonzalo Lacunza, de Empiria, consideró: “La suba de las tasas es parte de un reacomodamiento lógico ante el cambio de esquema. El cambio de régimen monetario, que lleva a los bancos a demandar pesos para engrosar su liquidez. Eso eleva la tasa a la que se prestan entre sí o la que pagan por los depósitos, para captar fondos”.