La venta de facturas cayó un 30 por ciento
La fuerte suba de los insumos de panadería derivó en un derrumbe en la demanda diaria de los productos de pastelería.
En un escenario de inflación que alcanzó el 115,6% interanual, según la última medición del Indec, los consumidores buscan ajustar día a día sus presupuestos. Así, cambian sus hábitos de compra y dejan de lado ciertos gustos o costumbres. La escena suele observarse en diversos sectores, entre ellos las panaderías, en las cuales caen las ventas de facturas y productos de pastelería. El derrumbe, según confiaron referentes de esta industria, se ubica entre el 25 y el 30%.
"El poder adquisitivo de los clientes no es el mejor como para que te compren algo por fuera del pan y en los precios que debemos manejar frente a las subas de las materias primas. Todo lo relacionado con facturas, tortas, budines y masas secas no se está comercializando en el nivel que uno quisiera", explicó Raúl Santoandré, presidente de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires. "Es una realidad que venimos sufriendo desde hace varios meses en el sector y nos preocupa mucho", reconoció.
Por su parte, Gastón Mora, titular del Centro de Panaderos de Avellaneda, se manifestó en la misma línea. "La caída de las ventas es notoria, sobre todo en los productos que no son de primera necesidad, como las facturas", señaló. La docena cuesta en la actualidad entre $1.600 y $2.000, mientras que el kilo de torta oscila entre $3.000 y $4.000. El cuarto de bizcochitos de grasa sale alrededor de $600, al tiempo que el kilo de pepas y palmeritas trepa a $2.500.
Desde el sector atribuyeron esos precios a los incrementos de las materias primas. Es el caso del azúcar, que en junio pasado acumuló un aumento del 33,9% en comparación con mayo, según datos del Indec. De esa manera, el paquete de un kilo trepó de los $459,16 a $614,94. Claro que el impacto de la suba de este producto se nota aún más en la variación interanual: allí dio un salto del 290,8%, de acuerdo con un informe publicado días atrás por la consultora Focus Market. La manteca, en tanto, trepó el 156,8% en los últimos 12 meses.
Un relevamiento por panaderías dio cuenta de los cambios de hábitos en los consumidores y la caída de las ventas en facturas y otros productos de pastelería. "En la semana hay poca demanda. El cliente que antes compraba una docena de facturas, hoy elige llevarse media o, directamente, nada. El panorama levanta los fines de semana, pero estamos lejos de los niveles que teníamos años atrás", coincidieron los encargados o dueños de los locales consultados.
¿Qué pasará con el pan?
La Secretaría de Comercio actualizó días atrás el precio de referencia de la harina 000 a la salida de molino y fijó un nuevo valor en el marco del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA). A través de una resolución, el valor de la bolsa de 25 kilos de harina 000 común quedó en $2.290. La incógnita, en efecto, es cómo repercutirá esta medida en el precio del pan.
"Tenemos clara conciencia de que los salarios de bolsillo no están acompañando el ritmo inflacionario del país. Entonces, se nos complica mucho aumentar los precios del pan. Se trata de un alimento de primera necesidad; incluso, para muchas familias es la única comida que tienen a la hora del almuerzo o la cena", consideró Mora, tras detallar que el kilo de este producto cuesta entre $600 y $800.
En lo que va de este año, de acuerdo con las mediciones del Indec, el pan tuvo un incremento del 52,2%. ¿Cómo influyeron los incrementos en los clientes? "La persona que hace unos meses llegaba al local con 200 pesos, hoy sigue viniendo con la misma cantidad de plata. Pero la ecuación final es distinta: antes llevaba medio kilo de pan y, ahora, compra poco más de un cuarto", comentó el titular del Centro de Panaderos de Avellaneda. Y lamentó: "Eso baja la producción y, en definitiva, se genera una crisis laboral". /Crónica