En medio de las idas y vueltas por las negociaciones con el Fondo Monetario, el Banco Central sigue enfrentando una sangría de divisas. Hoy las reservas netas, las que efectivamente puede usar la autoridad monetaria, están en US$ 400 millones, el nivel más bajo desde 2011.

En los últimos diez días, las reservas internacionales bajaron US$ 1.100 millones tras desembolsar dos pagos al Fondo. Así arrancan esta semana en US$ 37.189 millones.

La consultora GMA estima que tras esos pagos, "las reservas internacionales netas (RIN) se encuentran en la zona de US$ 400 millones, lo que se convierte en el menor monto desde al menos 2011. Se trata de un nivel crítico en un contexto en el cual los agregados monetarios siguen creciendo sensiblemente".

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En criollo, la consultora explica que "cada vez es menor la cantidad de pesos que tienen cobertura contra reservas de libre disponibilidad, un aspecto que podría incentivar a los argentinos a dolarizarse más rápidamente en un marco de alta inflación e incertidumbre política y económica".

Para calcular las reservas netas hay que descontar de ese monto ​los encajes de los depósitos en dólares, el swap con China y el préstamo con el Banco de Pagos Internacionales. Así quedan los dólares líquidos que efectivamente el Central tiene más la tendencia de oro y los fondos de SEDESA, con lo que se cubre un seguro sobre los depósitos.

Según la inclusión o no del oro y de los fondos de SEDESA, varía la forma en la que los privados estiman el monto de reservas netas, un número que no suele ser difundido por el Central.

La estimación de Portfolio Personal inversiones (PPI) es aún mas crudo que el de GMA. "Según nuestro cálculo más ácido las reservas netas habrían cerrado la semana en –US$ 196 millones, pasando a terreno negativo por primera vez desde los inicios de la administración Macri, que había revertido una posición negativa de del orden de US$ 3.000 millones heredada del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner. En nuestro cálculo menos ácido, no restando a las reservas brutas el repo del BCRA con SEDESA, el stock de reservas netas se encuentra en US$1.553 millones".

El arranque de 2022 fue particularmente difícil para la entidad que preside Miguel Pesce. El Central finalizó el primer mes del año con ventas netas por US$ 136 millones: desde 2015 fue el primer enero que no pudo adquirir dólares en el Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC).

"El dato sorprendió negativamente ya que es un mes en el cual la autoridad monetaria suele tener un saldo comprador por un monto medio de US$ 405 millones", plantea GMA.

La situación amenaza con complicarse de aquí a marzo. Hasta que no se firme el acuerdo con el FMI, el organismo no reintegrará los pagos que Argentina le hizo en los últimos meses, por lo que esos dólares recién ingresarían en marzo, si no surgen nuevos tropiezos y Alberto Fernández logra el aval del Congreso.

Tradicionalmente en el segundo mes del año, el agro liquida, en promedio, 35% menos de divisas que en la media del resto del año. Por esta razón, el excedente de dinero presiona con más fuerza sobre el dólar oficial.

Al escaso ingreso de dólares por parte de los exportadores previsto para este mes, se suma la presión del exceso de pesos que circulan por el mercado.

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GMA detalla que en 2021, la “maquinita” del Central imprimió $ 1,6 billones o $ 3,1 millones por minuto. De los pesos inyectados a la calle en el último año, casi un tercio de ellos fueron emitidos en diciembre 

"La cantidad de billetes que se emitió en diciembre no resulta inocua para la demanda de pesos durante estos meses. Es que en el verano el apetito por la moneda local se revierte como un boomerang, especialmente en febrero", indica GMA.

El Central no logra cerrar un mes con saldo positivo en el MULC desde octubre pasado, cuando cerró el torniquete sobre las importaciones que cayeron 30% ese mes y así logró comprar US$212 millones. "Entendemos que el BCRA seguirá bajo tensión durante febrero y recién podría aspirar a comprar reservas en la segunda quincena de marzo con el comienzo de la entrada de la cosecha gruesa", apunta PPI.

"El bajo nivel de reservas netas no permite demoras en la negociación con el FMI", resaltan. De no llegar al 21 de marzo con un acuerdo cerrado, el país deberá desembolsar US$ 2.800 millones.

Además, el Tesoro deberá afrontar pagos por US$ 550 millones, por lo que, de mediar resultados neutros en el MULC, las reservas netas estarán en la zona de -US$750/800 millones. "En otras palabras, el acuerdo se negociará bajo la presión adicional de tener reservas negativas más bajas que las actuales", consigna PPI.