El superávit comercial de bienes fue de USD1.821 millones durante abril, de la mano de una nueva caída en las importaciones, fenómeno que se explica principalmente por el efecto de la recesión: hogares con menos poder adquisitivo, que generan menos compras externas por parte de las empresas. Con todo, fue el cuarto mes consecutivo de superávits gemelos, luego del positivo fiscal de $17.409 millones publicado por la Secretaría de Hacienda el jueves pasado.

A diferencia de lo que ocurre con la dinámica del superávit de las cuentas públicas, que viene mostrando positivos cada vez más pequeños y desde el propio Gobierno se espera un déficit en junio, en el lado del comercio exterior no se está observando una dificultad para sostener el superávit. De hecho, las importaciones cayeron 0,4% en la comparación mensual desestacionalizada. En la interanual la baja fue de 22,7%. La contracción de marzo había sido más pronunciada pero, con todo, se trató de la segunda caída anual más fuerte del año.

El superávit de USD1.821 millones fue menor al de marzo, de USD2.144 millones, pero, también, el segundo más alto del año. En lo que va del 2024 el balance de bienes logró acumular un positivo de USD6.157 millones.

La caída interanual de las importaciones fue transversal: se observó tanto en las productivas como en las de consumo, lo que no representó un buen signo para la actividad económica. Las de maquinarias se desplomaron un 15%, las de piezas y accesorios de esas maquinarias un 17,6%, las de los insumos un 22,4%, mientras que las de bienes de consumo un 15,8% y las de combustibles y lubricantes un 58,9%. Sí treparon un 7,1% las de los vehículos automotores de pasajeros.

Las exportaciones crecieron 10,7% interanual, contra los registros de la sequía en abril del 2023. Traccionaron los productos primarios con una suba de 53,8%. Y le siguieron las manufacturas de origen agro con una de 4,3%. Las de origen industrial cayeron 15,7%. /BAE Negocios