En el inicio del fin de semana largo y a poco del cambio de gobierno, se produjo el primer ajuste en los precios de la nafta y el gasoil. Antes de que asuma el nuevo gobierno, y ante la expectativa de una mayor devaluación del tipo de cambio oficial, las estaciones de servicio Shell subieron anoche 15% sus precios. También ajustaron sus precios las estaciones Puma, y se espera que en las próximas horas el resto de las marcas acompañe el aumento.

Se trata del primer aumento de diciembre, en medio de una escalada generalizada de precios en todos los sectores. En noviembre, las petroleras habían aumentando en dos oportunidades los valores de la nafta y el gasoil y acumularon 25% de incremento en el mes.

La petrolera Raízen, licenciataria de las estaciones de servicio Shell, que tiene los valores más altos del mercado, el gobierno saliente postergó durante más de dos años los aumentos del impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), para evitar aplicarle más presión a los precios. Los dirigentes de YPF habían propuesto cambiar la manera de actualizar el impuesto, pero el oficialismo nunca impulsó el proyecto en el Congreso.

Actualmente, se deberían actualizar de manera trimestral según la inflación pasada. Estos impuestos representaban en noviembre de 2020 el 17% del precio del gasoil y el 23% del de nafta. Luego del congelamiento, hoy explican el 5% de gasoil y el 8% de nafta. Si se actualizaran, solo por los impuestos, el litro de combustible debería subir alrededor de $80.

La petrolera Raízen, licenciataria de las estaciones de servicio Shell, que tiene los valores más altos del mercado

Por su parte, el titular de la Cámara de Empresarios del Combustible, Raúl Castellano informó que hay un atraso del 30% en los precios de los combustibles, por lo que estimó que el litro de nafta súper debería incrementarse de $311 a $410 y $415.

La situación se podría complicar si el futuro gobierno aplica una brusca devaluación del tipo de cambio oficial (actualmente en $385, luego de la suba de ayer) para acumular reservas, como proyectan los mercados financieros.

El atraso de los precios de los combustibles, que incentiva a que los ciudadanos de países vecinos crucen la frontera para cargar sus tanques en la Argentina, genera otra gran paradoja nacional: en el sector calculan que, por año, se venden alrededor de 80 millones de litros de nafta y gasoil a patentes extranjeras. Esto equivale a dos barcos de importación, que se pagan con dólares que al Banco Central le escasean.

Con el aumento aplicado por Shell, y si el resto de las petroleras se suman, el atraso se acorta, aunque la inflación esperada y el nuevo dólar que se espera conocer con la gestión Milei serán determinantes para los precios en los surtidores.