Diego Flores, un cordobés soñador criado en las barriadas de su provincia natal que se escapó de su zona de confort en busca de cumplir sus sueños. Cómo un futbolista amateur de la cuarta división del fútbol argentino que se retiró a corta edad (30) pasó a formar parte del cuerpo técnico de un entrenador de élite como Marcelo Bielsa. Su apodo, Traductor, es un mero simplismo si se conocen los pergaminos de este DT de 42 años que acaba de tener su segunda experiencia como líder de grupo en Godoy Cruz. Y va por más.

Como había hecho el profesorado de educación física y estaba encaminado con el curso de técnico, a Diego Flores le alcanzaba para vivir solo con los viáticos que le daba el equipo de turno y el sueldo como profesor de gimnasia de escuela primaria o secundaria, según tocara. Con esos ingresos, además, se solventaba los estudios de idioma, herramienta que consideró fundamental para destacarse sobre el resto de sus colegas. A los 24 años se percató de que su destino era ser entrenador de fútbol, a los 30 se retiró como futbolista y a los 32 ya dirigió la Primera de uno de los clubes en los que había jugado. De ahí a hacerse la América en Irlanda, entrevistarse con Mauricio Pochettino en Southampton -con Daniel Osvaldo como “padrino”- y golpearle la puerta a Bielsa, no sin antes habérselas rebuscado viviendo en hostels de toda Europa y vender empanadas en Dublin.

Sus pasiones

En cuanto a sus pasiones declaró: "entre que jugaba, estudiaba y dirigía me di cuenta de que la pasión por jugar, la docencia y el liderazgo se unían en una carrera. Ahí descubrí que esa era mi vocación. Desde los 24 años tuve claro que quería ser entrenador y en cada cosa que hacía proyectaba mi carrera. A esa edad empecé a dirigir fútbol infantil y me pasaba que los días anteriores a los partidos no me podía dormir, tenía mucha emoción, lo disfrutaba y sentía mucho. Lo tomaba como un premio que me había dado Dios".

La importancia del idioma

Para Diego Flores el idioma fue fundamental para trascender fronteras en el fútbol. "Mis padres me mandaron a inglés toda la vida y nunca quise estudiar. Iba los primeros dos días y me volvía. Cuando planifiqué ser entrenador profesional, yo veía que en Córdoba los entrenadores sin nombre eran tapados por los que sí lo tenían y necesitaba diferenciarme en algo. En esa época el tema del idioma para los argentinos no era algo muy valorado, recién las nuevas generaciones de ahora vienen con otro ADN" reconoció el Traductor.

El fallecimiento de su padre y su decisión de ir a Irlanda

"Tenía 32 años y llevaba nueve años con recibo de sueldo de docente. Renuncié a un trabajo que a cualquier profe le gustaría tener, full de horas y con buen sueldo. En ese momento falleció mi papá, pero fui muy fuerte de la cabeza, con la presión de no poder regalar nada porque había dejado mi trabajo, sabiendo que si me iba mal me tenía que volver, pero que si me iba bien estaba abierto a seguir en Europa hasta que consiguiera trabajo. Elegí Irlanda porque era el único país de Europa en el que una persona mayor de 30 años tenía un permiso de trabajo intermedio por un año, con cuatro horas para estudiar y cuatro para trabajar" se sinceró.

Su adaptación al país

"Me fui sin contactos" recordó. "Un amigo como Luciano Theiler, que en ese momento estaba en Sportivo Belgrano de San Fracisco, me contactó con Santiago Falbo, un chico que jugaba y trabajaba allá y me dio una mano. Por su recomendación conseguí trabajo ahí a los cuatro meses, justo cuando me estaba quedando sin plata. Iba a estudiar cinco horas a la mañana y estaba otras diez horas con cuadernos, escuchando audios, viendo videos y películas para que el inglés se me metiera bien adentro. Traté de vincularme con los nativos y hablar con ellos, me alejé de los círculos donde había argentinos, uruguayos y españoles porque estaba compenetrado en meterme de lleno con el idioma".

Su contacto con Pochettino

"Viajé por una aerolínea low cost a Londres y de ahí me fui en colectivo a Southampton. Llegué de noche y no encontraba alojamiento, todo era muy caro para mi presupuesto de hostel. A la 1 de la mañana ubiqué un lugar que alojaba empleados de la construcción" comienza relatando su odisea.

"Ahí hice un clic y me di cuenta de que estos cuerpos técnicos top eran humanos igual que cualquiera. Vi esa humanidad y sentí que se podía llegar a esos círculos. Yo tenía cosas para dar. Ya había fracasado en Irlanda cuando algunos entrenadores me cerraron las puertas, pero el cuerpo técnico de Pochettino me las abrió. Pude compartir esa semana con ellos. Mauricio me hizo entrar al estadio y recorrí las instalaciones, tuvo varios gestos conmigo. Un día me invitó a ver un partido del Sub 21 contra el Manchester United que arrancaba a las 7 de la tarde, la hora en la que se termina el servicio de colectivos. El partido terminó a las 9 y no tenía forma de volverme. Estaba a 20 kilómetros de distancia, pero me dio vergüenza pedirle a alguno de ellos que me acercara hasta el centro. Me estaban dando una mano y no quise agarrar el codo. Me volví caminando tres horas por la ruta, por la circunvalación, bajo la lluvia, sacando las cuentas de lo que me faltaba con los carteles que veía" destacó.

Sus inicios con Marcelo Bielsa

Allí recordó la idea obtener su lugar definitivo en el fútbol: "después del primer período en Marsella algunos integrantes del cuerpo técnico se fueron y quedaron huecos. Yo me acerqué más, pero sin contrato de trabajo. Marcelo renunció a la primera fecha de la segunda rueda. Viví toda la parte del scouting en profundidad, me empecé a relacionar más con Marcelo. Fueron dos períodos de cuatro meses que tuve, uno a inicios de 2014 cuando ellos llegaron y otro al final de 2015 cuando se fueron. Hice buena relación con el preparador físico que estaba, que me propuso irme a la selección de Arabia Saudita, pero no fui. El profe me había tratado de maravillas, pero mi lógica decía que yo lo había conocido a él por Marcelo, y en la primera experiencia me iba a doblar por un interés económico, no por lo que sentía. Entonces no acepté. Y sí, seguramente mi decisión haya tenido algo de impacto para que me acercara más a Marcelo y su cuerpo técnico. Ahí me llamaron y compartimos las previas para ir a posibles clubes. San Pablo, Swansea de Gales y Lazio, donde firmé mi primer contrato, que al final se cayó. A los meses fuimos a Lille, donde tuve mi primera experiencia profesional. Yo tenía todo el amateurismo, el idioma y la formación de un año y medio con un grupo de trabajo que habían sido como seis años de universidad por la intensidad de los trabajos y la capacitación. Eso hizo que llegara preparado, me sentía muy sólido en un montón de cosas, pero no tenía experiencia profesional. Eso era un signo de interrogación" 

El "Traductor" de Bielsa

Sobre la experiencia que hizo que se gane su apodo: "se había ido Salim Lamrani y lo ayudábamos todos. Una vez Corberán, otra vez el entrenador de arqueros Marcos Abad y finalmente me quedo yo ayudando a interpretar. Marcelo no quería que viniera nadie de afuera. Imaginate que aprendí inglés a los 32 años y a los 36 o 37 era traductor de Bielsa. Igualmente no sentía presión, sí estaba alerta. Nunca se me ocurrió no dar una mano en algo que me pidieran. Y tenía la contención de Marcelo, que me decía que no me preocupara, que él sabía que no estaba ayudándolo un traductor, que era un tipo que trataba de interpretarlo ante la prensa".

 Su trabajo en Godoy Cruz

Sobre su paso por el fútbol argentino: "fue otra experiencia de vida muy buena. Fueron pocos meses, pero pasaron muchas cosas. Rearmamos un plantel, se fueron cerca de 25 jugadores, trabajamos mucho, vimos 300 futbolistas y trajimos 13. Mejoramos el scouting de la primera etapa. Estuvimos menos fechas, pero era mucho más sólida esta idea más allá de que fue menos vistosa que en la etapa anterior. Antes teníamos jugadores que resolvían y ahora estábamos en proceso de encontrar a esos jugadores que resuelven partidos, pero necesitábamos más partidos juntos. Fuimos sólidos defensivamente, sacamos el 44% de los puntos con un fixture muy jodido de visitante. Creo que había sido un buen comienzo. Pasaron cosas que no me gustaron y lo expresé públicamente, creí que lo tenía que hacer. El club entendió que por esas manifestaciones no podía continuar y se dio un cierre".

 En cuanto al motivo que originó su salida: "hay pocos presidentes que están identificados con procesos. Se sabe desde el día 1 que esto está muy abocado al resultado, pero existen excepciones de algunos dueños de los clubes y presidentes que realmente sienten el tema del proceso. No hace falta ser adivino para saber cuáles son los clubes y el crecimiento que han tenido. No solamente desde lo institucional e infraestructura sino también desde lo deportivo".

Las diferencias de entrenar en Argentina y en Europa

Sobre este tema comparó: "hay parte del método de trabajo que uno lo cambia por la cultura del futbolista argentino y por lo que se siente en el día a día. Hay que atender cómo se siente el futbolista argentino y cómo uno siente que lo transmite. Sí creo que muchas cosas que se hacen en Europa se pueden hacer tranquilamente acá, porque hay recursos humanos para desarrollarlas. Me ha pasado de ver algo que no encajaba, pero uno lee esas situaciones y cambia hasta percibir un mejor recibimiento. Entonces se trata de amoldar un poco por la cultura social. Por ejemplo en Leeds nos pasaba que los jugadores se aferraban mucho a lo que había que hacer y cuando uno repasa la historia de la ciudad, ellos vienen de exponer su físico en las minas de carbón, de trabajos pesados y ser sacrificados. En Leeds el sacrificio estaba muy bien valorado. En Argentina somos más de la impronta, la creatividad, la alegría, entonces tener en cuenta eso también es importante para que la convivencia del día a día sea buena. A veces es más importante eso que lo que uno le pueda llegar a aportar al jugador.

Su perfil como DT

"Estoy convencido y he aprendido que los equipos que defienden muy bien también atacan bien porque el creativo sabe que la puede perder y el equipo la va a recuperar. Me gusta mucho garantizar lo defensivo, trabajo mucho en eso, tratamos de darle solidez a lo defensivo y paralelamente trabajar las relaciones de arquero con defensores, centrales con medios, medios con laterales y centrales con laterales para así enriquecer el juego ofensivo lo más que podamos. Asegurar la solidez defensiva no quiere decir que el equipo sea amarrete. Como hincha, me frustré muchas veces porque mi equipo terminaba 0 a 0 y no hacía goles. Eso no me gusta, no lo siento. Me frustra irme 0 a 0 ante mis hinchas. Creo en ese fútbol total" respondió haciendo un análisis propio.

Fuente: Infobae

El Ogro Fabbiani habló luego de ausentarse en el 15 de su hija