Tras la derrota 2 a o frente a Uruguay, la Selección Argentina ya enfoca su atención en el próximo desafío: el clásico enfrentamiento contra Brasil en el Maracaná, programado para el martes 21 de noviembre a las 21:30. Mientras el equipo se reajusta, las autoridades de Río de Janeiro se coordinan para el operativo de seguridad del encuentro, y este viernes celebraron una reunión clave al respecto.

De acuerdo con información de Ge Globo, se ha confirmado la presencia de cerca de 2.000 agentes de seguridad, entre policías militares, controladores urbanos y personal contratado, con el objetivo primordial de prevenir altercados durante el partido. Informarom que las puertas del Maracaná abrirán dos horas antes del partido, al tiempo que se bloquearán las calles adyacentes al estadio.

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El sistema de seguridad adoptado, conocido como Bandera Roja, propuesto por la Evaluación de Riesgos en Estadios de Fútbol (AREF), será implementado para este encuentro de "máximo riesgo de seguridad". Las medidas incluyen el despliegue de 800 guardias de seguridad privados, 650 policías militares, 102 oficiales y 32 vehículos del VI Batallón de Policía Militar, además de 240 guardias de control urbano. 

Este operativo de seguridad intensivo se da en un contexto sensible, recordando incidentes previos. En la antesala de la final de la Copa Libertadores, la Policía militar de Brasil reprimió a hinchas de Boca con gases lacrimógenos, balas de goma y gas pimienta en las playas de Copacabana, luego de un enfrentamiento entre seguidores de Fluminense y del equipo argentino. Estos hechos han impulsado medidas preventivas más rigurosas para el próximo encuentro en el Maracaná.

Fuente: Olé