Cuando la previa de la final de la Copa Libertadores se centraba plenamente en lo futbolístico, de un momento para otro cambió el foco de la escena por los repudiables ataques de la barra del Fluminense a los hinchas de Boca que se encontraban en las playas de Copacabana. 

Desde Conmebol aseguraron que no hay chances de que el partido se desarrolle sin público pese a los disturbios que se vivieron en la antesala. En ese sentido, las autoridades del máximo ente del fútbol sudamericano, que emitieron un llamativo comunicado y ya tomaron cartas en el asunto (hubo una reunión para acrecentar los controles), entienden que lo ocurrido tuvo que ver con fallas en la seguridad de Río de Janeiro que son ajenas a la organización de la Confederación.

 El ente que regula el fútbol sudamericano repudió los actos de violencia ocurridos en Río de Janeiro entre los hinchas de Boca y Fluminense de Brasil, en la previa de la final de la Copa Libertadores que se realizará el sábado en el Maracaná.