La final del mundial de talla baja terminó con mucha polémica: la Selección Argentina vencía por 3-1 a Paraguay y los jugadores del elenco guaraní, en medio de protestas contra el árbitro y acusando el escupitajo de un plateista, decidieron retirarse de la cancha. Tras el partido, el combinado albirrojo emitió un duro posteo en redes sociales.

Un jugador del equipo visitante acusó a un plateísta de haberlo escupido. Pero el origen del enojo de todo fue que los paraguayos cuestionaron al árbitro porque les cobró la sexta, séptima y octava falta, para ellos en forma injusta, y así hubo tres penales para Argentina, que fueron goles.

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Los jugadores de Paraguay, tras un debate interno, decidieron marcharse al vestuario, apoyados por los mexicanos y brasileños, que estaban en la platea. Hubo abrazos y un respaldo contundente.

Los jugadores argentinos continuaron en la cancha a la espera del regreso de los paraguayos, para seguir con el partido. Pero lo hicieron solo para aplaudir a los plateístas de su país, que habían ido a apoyarlos. Luego volvieron al vestuario. Algunos argentinos intentaron convencerlos de seguir con el partido, pero no aceptaron.

Fuente: Olé