Dos modelos se definirán en las urnas xeneizes. Casi de acuerdo con la pelea electoral que se dio a nivel nacional, los candidatos y las propuestas tienen un sello bien marcado. Juan Román Riquelme, el ídolo popular, enfrentará a Andrés Ibarra, un empresario que no sólo fue secretario del club; también, ministro de Modernización durante la gestión de Mauricio Macri, quien no casualmente es su compañero de fórmula. Y si en Unidos por Boca –la lista de la oposición- hay gente vinculada al PRO y hasta a La Libertad Avanza (el partido de Javier Milei), en el oficialismo hay representantes del kirchnerismo y el radicalismo.

Los comicios se realizarán en el campo de juego de la Bombonera: habrá 94.188 socios y socias habilitados para votar entre las 9 y las 18hs. Son dos listas las que se postulan. La agrupación que gane los comicios, que podrían ser históricos si se presentan más de 57 mil personas, definirán el futuro político de la entidad por los próximos cuatro años.

Boca Juniors difundió los accesos a la Bombonera para los socios

¿Cuáles es la plataforma de unos y otros?

Las 10 propuestas del 10, un juego de palabras que tiene que ver con el número de la camiseta que destacó a Román, busca reemplazar la APP Soy Socio; apunta contra las Sociedades Anónimas Deportivas y "la política"; impulsa la creación de un polideportivo para deportes amateurs, un polo gastronómico en la Bombonera y un espacio exclusivo para vitalicios; seguir transformando el predio de Ezeiza; refuerzos de nivel internacional y continuar "subiendo pibes a Primera", además del sorteo de 10 viajes por partido.

Nada dice de la Bombonera, el caballito de batalla de Ibarra, quien propone un estadio Siglo XXI en los terrenos de Casa Amarilla con financiamiento internacional y capacidad para 107 mil espectadores. Entre los puntos más salientes está la idea de permitir que los vitalicios ingresen a la cancha sin ningún filtro. “Sin asignaciones a dedo”, explican. Y que a partir de los 10 años como adherente, ningún socio en esa condición tenga que seguir pagando la cuota. También, que se haga valer la antigüedad de los activos.

En el mano a mano de los técnicos, la diferencia está en el origen de cada entrenador. Si bien Diego Martínez tuvo un paso por las inferiores de Boca, no es un hombre del riñón del club como Martín Palermo. Román optó por un entrenador con el que viene hablando incluso antes de optar por Jorge Almirón. Después de probar con gente de la casa como Miguel Angel Russo, Sebastián Battaglia y Hugo Ibarra, se inclinó por un estratega ajeno a la institución. Ibarra, en cambio, eligió a un ídolo, el máximo goleador de la historia azul y oro. El Titán lleva una década trabajando y está ante la gran chance de su carrera: el sábado en Santiago del Estero, su Platense definirá la Copa de la Liga ante Rosario Central.

Y si de referentes futbolísticos se trata, de uno y otro lado están divididos aquellos ex futbolistas que en sus tiempos activos le dieron la gloria a Boca. En el Consejo de Fútbol están Marcelo Delgado, Raúl Cascini, Jorge Bermúdez y Mauricio Serna. Carlos Bianchi se sumaría como asesor, presidente honorario o “lo que el Virrey quiera”, dijeron cerca de Riquelme. Diego Cagna, Rolando Schiavi y Roberto Abbondanzieri apoyan la lista opositora. Y Guillermo Barros Schelotto podría ser el mánager.

En cuanto a la conformación del plantel, hasta ahora el único que mostró las cartas fue Riquelme. No lo hizo públicamente, pero se sabe que Arturo Vidal, Ever Banega y Rubén Botta están en carpeta. Ibarra habló de incorporaciones de calidad, pero hasta que no se resuelvan las elecciones, no soltará prenda.

Así está Boca, entre Riquelme e Ibarra, entre dos espacios antagónicos que se disputan mucho más que un club de fútbol.