Guzmán enfrenta su primera evaluación ente el FMI
El ministro de Economía, Martín Guzmán, enfrenta una nueva semana clave. La revisión con el Fondo Monetario Internacional (FMI) parece lo más liviano de su agenda, aunque el kirchnerismo presiona por un relajamiento de metas y desafía al staff del Fondo con un proyecto de moratoria previsional, más gasto público y emisión.
La definición sobre el peso de los subsidios será decisiva, tras los próximos tres días de audiencias públicas del Tarifapalooza que podrá seguir de forma virtual hasta Ilan Goldfajn desde Washington DC.
Lo importante vendrá unas semanas después, cuando el Ente Nacional Regulador de Electricidad (ENRE) deba ponerle la firma a la segmentación. Si hay resistencia, marcaría un punto de no retorno en "el debate" del oficialismo, como lo caracterizó Cristina Kirchner.
En Salta -donde estuvo Guzmán el viernes-, el gobernador Gustavo Sáenz se adelantó y ya aplicó su segmentación tarifaria con un criterio por ingresos y geográfico, que cruza datos con registros de la propiedad, automotor y beneficiarios de planes sociales. "Hay que avenirse a la decisión del Ejecutivo y el Congreso de avanzar con la segmentación", dijo Carlos Saravia, titular del ente regulador provincial, en un diálogo con AM750 sobre la disputa por los subsidios.
"La consistencia de las políticas económicas es fundamental y es una cuestión que tenemos que construir colectivamente", dijo Guzmán desde Salta tras el discurso de la vicepresidenta Kirchner en Chaco.
En la antesala de la discusión con el Fondo, donde mostrará un cumplimiento de las metas, aunque con una ayuda contable, el ministro reafirmó que "existen restricciones" presupuestarias. Todavía, de hecho, no se conoció el decreto que actualiza el Presupuesto y que tenía que estar listo antes del 15 de abril según el cronograma de metas con el FMI.
En ese marco, el kirchnerismo presentó en el Congreso propuestas para la suba del salario mínimo y una moratoria para jubilaciones, en medio la creciente presión por una mayor redistribución de la riqueza. El supuesto proyecto para captar la "renta inesperada" de las empresas -que permitiría financiar más ayuda social- sigue sin ser presentado.
Además de presionar la meta fiscal del programa con el FMI, Cristina fue por uno de los pilares del plan de Guzmán, que el jueves había defendido la baja de la emisión monetaria ante los empresarios del Cicyp que le bridaron su apoyo por miedo a lo que pueda venir más que por convicción. El viernes, la vicepresidenta mostró un cuadro de circulante monetario -sesgado, según los economistas- e insistió: la emisión no genera inflación.
Lee también:
Fuente: El Cronista
