Falta gas y es inminente el cierre de una refinería en Salta

El NOA y sur de Bolivia son los únicos proveedores para el complejo Refinor que recibía cerca de 4.000.000 de metros cúbicos para su procesamiento.
viernes 29 de abril de 2022
refinor
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Si el Estado Plurinacional de Bolivia no se aviene a enviar lo comprometido hace pocas semanas entre los presidentes Alberto Fernández y Luis Arce Catacora; si las compañías que destinan el gas que producen los pozos de la cuenca del NOA para que sea procesado en la refinería de Campo Durán dejan de mandar el recurso, ese final, esa crónica de una muerte anunciada que diversos sectores de la producción y El Tribuno vienen anticipando desde hace más de una década, será una dramática realidad.

La refinería de Campo Durán, que opera el consorcio Refinor -integrado accionariamente por YPF (50%), Pampa Energía y Pluspetrol-, estaba a nada de quedarse sin gas y fuentes altamente confiables de la compañía le confirmaron a El Tribuno que la situación era -desde el punto de vista productivo y empresarial- casi terminal si en cuestión de horas no comenzaban a recibir el gas para su industrialización.

En casi 60 años de existencia y a 30 desde su privatización -noviembre de 1992-, esta es la primera vez que la Destilería de Campo Durán ubicada en el municipio de Aguaray está tan al borde del precipicio. La refinería suele recibir gas y petróleo para su industrialización y refinación por intermedio de un oleoducto y un gasoducto desde los pozos de la cuenca del NOA ubicados en el departamento San Martín y otra línea de conducción que proviene del sur de Bolivia.

Históricamente, quienes aportaron el gas para que sea industrializado en los Topping de la Refinería de Campo Durán fueron las empresas productoras de la cuencas del NOA como Pan American Energy, Tecpetrol y Pluspetrol, básicamente. Pero se llegó a esta situación por la falta de inversiones en toda el área -otrora segunda productora de gas de la Argentina, con 20 millones de metros cúbicos de gas por día- que derivó indefectiblemente en la disminución de la producción de los recursos estratégicos, gas y petróleo.

Fuentes del sector de los hidrocarburos consultadas por este medio, con una bronca difícil de disimular precisaron que "la situación no sorprenderá ni a las autoridades nacionales ni a las provinciales; las primeras cuentan con las herramientas suficientes para paliar la situación, pero no actúan en consecuencia; y las segundas no muestran demasiado interés ni preocupación. Por eso el NOA registra faltantes de gas, de petróleo y las garrafas sociales en la región y se pagan precios más altos que en otras".

En casi 60 años de existencia y a 30 desde su privatización, esta es la primera vez que la destilería está al borde del precipicio y a punto de suspender sus actividades por falta de gas. Cientos de obreros ven peligrar como nunca antes su fuente de empleo de no superarse esta situación casi terminal para la industria en el norte argentino.

La pregunta de El Tribuno, dada la inusitada gravedad de la situación, fue puntual: ¿A partir de cuándo puede considerarse que las situación en el complejo Refinor reviste verdadera gravedad, que no tendrán más gas para industrializar? La respuesta fue contundente: "A partir del día 1 de mayo no podrá operar ninguna de las plantas que se encuentran en el complejo Campo Durán. Se paralizará toda la actividad del complejo por lo que no se podrá producir combustibles ni GLP".

De no solucionarse a la brevedad esta situación, el paso que sigue es la suspensión del personal de la empresa que se desempeña tanto en Campo Durán como en la localidad de General Güemes (allí se encuentra una planta de envasado de gas), el total de 250 operarios, más el personal de empresas contratistas de Refinor que suman otro centenar de obreros.

Hasta estos días, la cuenca del NOA estaba produciendo un aproximado de 4 millones de gas por día, por lo que sumado al poco gas que ingresa desde Bolivia en la Destilería de Campo Durán solo estaba en funcionamiento la unidad de producción denominada Turbo expansión II (la planta cuenta con dos unidades que estaban en pleno funcionamiento cuando la región producía 4 o 5 veces más).

En ese proceso industrial se separan los componentes del gas natural que proviene de los pozos, propano, butano y gasolina; el resto del gas se devuelve a la red para consumo industrial y domiciliario. El propano y butano en este momento se venden solamente en el cargadero en Campo Durán (se dejaron de trasladar por el Poliducto Campo Durán-Montecristo ) y son los componentes que se destinan a las plantas de fraccionado de garrafas y posterior comercialización.

Hasta última hora de ayer Refinor aguardaba alguna definición por parte de las empresas proveedoras de gas para el complejo Campo Durán y fundamentalmente una decisión política que vuelva a poner al único complejo industrial del norte argentino en actividad.

Fuente: El Tribuno Salta

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