Prisión perpetua para el asesino de Marcos Sáez
"Mostró un total desprecio por la vida", dijo el auxiliar fiscal Fernando Isa antes de pedir perpetua contra el asesino de Marcos Sáez. Y lo consiguió: el Tribunal hizo lugar a su pedido y condenó a Jonathan Matías Galindo a pasar el resto de sus días tras las rejas.
Galindo mató a Sáez el 19 de diciembre de 2018, en San Martín y Paso de los Andes. Allí, junto a tres cómplices, intentó asaltar al joven padre que volvía de trabajar a su casa, a ver a su bebé recién nacido. No logró reducirlo, Marcos intentó escapar y, por eso, Galindo abrió fuego en su contra. La víctima, herida, alcanzó a conducir hasta la intersección de Thames, donde cayó sin vida. Tenía 23 años.
"Galindo tuvo el control del hecho, fue quien ejecutó al joven Sáez al no lograr su fin, mostrando un total desprecio por la vida de la víctima, quien era padre y dejó a una familia destrozada", remarcó Isa al pedir la máxima pena contra el asesino. Galindo ya había sido hallado culpable del homicidio en diciembre, pero optó por un juicio dividido: en una primera etapa, un Tribunal determina si es responsable del hecho y, en una segunda parte, otra jueza le impone la pena. Eso ocurrió hoy. Marta Iácono resolvió mandar al penal de Villa Urquiza de por vida al homicida.
Hay otro responsable de la muerte de Marcos, pero era menor de edad al momento del hecho, por lo que su identidad no puede ser revelada. Hoy debía recibir también condena, pero la jueza Ana Iácono solicitó una serie de informes antes de decidir la cantidad de años que deberá purgar por el crimen. La fiscalía pidió 23 años y las querellas (representadas por los abogados Jorge Lobo Aragón y Álvaro Zelarayán) estuvieron de acuerdo. El monto total será conocido luego de la llegada de la información solicitada por la magistrada.
En diciembre, cuando se celebró la primera etapa del juicio, la madre de Marcos, Sara Quesada, pidió justicia ante los jueces. En un extenso relato, recordó a su hijo como una persona honesta, un gran padre de familia, un joven trabajador. Sus palabras fueron conmovedoras. Hoy, finalmente, parte de sus pedidos fueron escuchados
