Javier Milei confirmó que usa chalecos antibalas

El diputado afirmó que esta estrategia de protección es parte de los “protocolos de seguridad” que sigue después de una situación que vivió su hermana Karina.
lunes 25 de abril de 2022
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Las fotos del diputado nacional Javier Milei, mientras ingresaba entre las miles de personas que lo fueron a escuchar a la charla que dio este fin de semana en el Parque O’Higgins de Mendoza, escoltado por su personal de seguridad, llamaron la atención.

Fue porque quedó a las claras que el legislador liberal, por debajo de su campera de cuero color negra, llevaba un chaleco antibalas, una medida que no es usual entre los políticos argentinos, ni siquiera en las altas esferas del Gobierno.

En un intercambio de mensajes con LA NACION, Milei confirmó que la foto que circuló por redes sociales es verdadera y que sí se protege de esta manera cuando acude a eventos masivos, que empezó a acelerar en medio de su intención no oculta de llegar a la Casa Rosada en 2023.

“La foto es real, uso chaleco en los ingresos a los actos por protocolo de seguridad”, afirmó el diputado outsider a este medio. “No es convencional entrar por el medio de la multitud”, alegó Milei, que suele nuclear a sus seguidores en actos donde no solo habla de economía, sino que pronuncia sus tradicionales discursos contra la “casta política” y apunta sus propuestas para sumar seguidores en el medio de su carrera presidencial.

Pese a que la versión de que se protegía de esta forma circuló en el último tiempo, y a que se confirma recién ahora, en el momento en que Milei decidió apelar a esta estrategia todavía no se pronosticaba ni siquiera que iba a ubicar, con 14 puntos, a Libertad Avanza como tercera fuerza más elegida en la ciudad de Buenos Aires -después de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos, las dos alianzas mayoritarias-. Tampoco era pensado que su proyección iba a crecer al punto de ser observado como un presidenciable con chances por medios internacionales como The Washington Post.

Es que hace ocho meses que Milei apela a este método para cuidarse. Según contó a LA NACION, comenzó a ponerse chaleco antibalas después de aquel acto a principios de agosto pasado en la Plaza Holanda de Palermo, cuando lanzó su precandidatura a diputado nacional, ya que -según dijo- su hermana Karina, que es su mano derecha y artífice de su faceta política, sufrió una amenaza abajo del escenario en esa jornada.

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Ahora, afirma que a la utilización del chaleco se la “exigen por protocolo, para poder ingresar [a sus eventos] entre la gente” y, pese a que no se inmiscuyó en cuanto a si le genera o no incomodidad, se justificó: “En su defecto debería subir por el escenario y a mí me gusta interactuar con el público”.

Tampoco respondió, hasta el momento de publicar esta nota, si no considera que esta es una medida exagerada por parte de los encargados de protegerlo, quienes -aclararon desde su entorno- no pertenecen a una empresa, sino que son “colaboradores”.

Mientras tanto, fuentes allegadas al legislador remarcaron que esta metodología se va a mantener y, aunque refirieron que no se decidió esto “por miedo”, advirtieron: “Desde hace un año está ocupando la centralidad política desde un lugar inconveniente para todo el sistema”.4

Seguridad

Milei tuvo problemas con su protocolo de seguridad el año anterior en el Luna Park, cuando celebró con sus copartidarios su performance en los comicios legislativos. Es que uno de sus custodios intentó desenfundar un arma esa noche, en teoría, para contener a alguien del público. En ese entonces, el liberal debió salir a repudiar lo ocurrido y aseguró no saber que esta persona de su equipo estaba armada. Además, la apartó de sus funciones.

Sin embargo, y como en otras oportunidades, el político que reivindica al expresidente norteamericano Donald Trump -y cuyo equipo utilizó este fin de semana gorras con la frase Make Argentina great again [en inglés, “hagamos que la Argentina vuelva a ser grande”], una reversión del lema del republicano- defendió en ese momento el uso de armas por parte de civiles, al decir: “Si los honestos las portasen, habría menos delincuencia”.