Él es ruso y ella ucraniana: escaparon a México para casarse
Un ruso y una ucraniana tuvieron que viajar más de 10.000 kilómetros para casarse en Tijuana, frontera de México con Estados Unidos, demostrando que el amor une a dos países enfrascados en una sangrienta guerra iniciada el pasado 24 de febrero.
En espera de hallar asilo en Estados Unidos, la pareja se desposó ante un juez del registro civil de la ciudad del noroeste de México, donde se registra el mayor cruce de personas entre dos países en el mundo, después de cuatro años de noviazgo.
La ucraniana Daria Sakhniuk, de 27 años y el ruso Semen Bobrovski, de 29, acudieron a las oficinas del Registro Civil de Palacio Municipal de Tijuana, donde llegaron hace dos semanas. La pareja se había comprometido en Kiev durante febrero y tenía planeada celebrar una boda en Ucrania, tras cumplir cuatro años de romance, pero las condiciones no fueron apropiadas por la invasión rusa y debieron esperar a llegar a las puertas de Estados Unidos, donde esperan encontrar acogida, para poder cristalizar su anhelo.
"Estamos muy contentos por todo lo que nos han ayudado", afirmó el novio, quien sin embargo debería todavía esperar a que un juez permita su ingreso a solicitud de Daria, algo que podría demorarse algunas semanas.
Tenían miedo de estar separados para siempre
La pareja tenía temor de separarse para siempre pero contó con la asesoría de la oficina local de Atención al Migrante de Tijuana, donde se les canalizó al Registro Civil, en la que finalmente la oficial Georgina Bátiz les dijo que existía una "vía legal" para poder desposarse.
"El problema al que se enfrentó la pareja al llegar a la garita de San Ysidro es que, sólo permite el acceso a Estados Unidos a través de la condición de refugiados a ciudadanos ucranianos o rusos que puedan comprobar con documentos válidos un vínculo familiar (abuelos, padres, hermanos, hijos o matrimonios)", señaló la intendencia de Tijuana.
Los requisitos para llevar a cabo la ceremonia civil eran que los pasaportes de los contrayentes estuvieran traducidos al español y certificados por un perito, y lo mismo sus cédulas de nacimiento, así como contar con un certificado médico y pruebas sanguíneas.
La pareja entregó la documentación solicitada y los comprobantes de que existe una relación desde 2018.El puerto de San Ysidro, en Tijuana, por donde se ingresa a San Diego, California, alberga campamento donde se ubican muy cerca unos de otros refugiados rusos y ucranianos e incluso algunos bielorrusos en espera de poder entrar a Estados Unidos.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) les niega la entrada a rusos y bielorrusos, pero a los ucranianos les permite el asilo inmediato. El ruso nació en Kiev y conoció a su esposa en agosto de 2018, cuando se acaba de mudar desde Rusia y trabajaba como especialistas en rehabilitación auditiva mientras que su pareja laboraba como administradora en un consultorio dental.
Un largo viaje
"Nadie esperaba una guerra, pero somos afortunados de estar aquí, estamos muy agradecidos con la gente mexicana por hacer esto realidad, estamos muy emocionados", afirmó el ruso.
Daria, por su parte, dijo estar "muy feliz de haberse encontrado con gente muy linda en México y que le permitieran unirse en sagrado matrimonio".
Durante seis días, la pareja viajó desde Ucrania hasta Tijuana, sorteando todo género de vicisitudes y este viernes esperaban poder viajar hacia los Estados Unidos y quedarse en Nueva York, donde un par de amigos los invitaron a quedarse.
Para la boda, contaron con varios buenos samaritanos: el abogado voluntario José Plascencia y el Director de Atención al Migrante, Enrique Lucero, gestionaron las traducciones para la documentación y lograron que la pareja pudiera contraer nupcias.
Mientras tanto, algunos familiares y amigos tuvieron que contentarse con presenciar el enlace vía internet desde Ucrania.
