La salud mental, en terapia intensiva

Turnos de atención psiquiátrica para dentro de cuatro meses, falta de camas para internación y desborde de los profesionales son algunas de las denuncias que se repiten
martes 12 de abril de 2022

Una persona que necesita atención psiquiátrica y le dan turno para agosto. Un joven con esquizofrenia que se interna por orden del juez y es devuelto a su casa a los dos días. Una mujer que lleva a su marido en medio de una crisis psiquiátrica y, al día siguiente, continúa en la vereda esperando novedades porque, asegura, en el hospital le dicen que su esposo no puede abandonar la guardia porque "no hay cama". Son algunas de las denuncias que llegan a la redacción de Los Primeros que tienen un elemento en común: la atención en el hospital Obarrio. 

Un paciente que se comunicó con nuestro medio nos adjuntó la foto del documento que le entregaron en el nosocomio, al que acudió el 29 de marzo para solicitar una consulta psiquiátrica por consultorio. La respuesta, que quedó plasmada en el papel, fue que recién podrá tener acceso al especialista en agosto de este año. La queja no se hizo esperar: "una persona que tenga problemas de control de impulsos, o depresión con riesgo suicida, o síntomas psicóticos tiene que esperar cuatro meses en los que es posible que se le vaya la vida; la suya o la de otra persona", indicó. Pidió reserva de su identidad por ser paciente psiquiátrico.

El segundo caso tiene que ver con un joven con esquizofrenia y en situación de consumo problemático de estupefacientes. Su madre, de nombre Fabiana, contó a la cámara de Los Primeros la ardua lucha que libró hasta que consiguió que la Justicia autorizara la internación involuntaria en el hospital Obarrio. En el fallo, el juez ordena a las autoridades del nosocomio a informar sobre el diagnóstico y, especialmente, la fecha del alta.

Sin embargo, el muchacho se apareció a los dos días en su casa. "Él dijo en el Obarrio que estaba bien, que no iba a consumir más y le dieron el alta, sin avisarle al juez ni a nadie", reclamó Fabiana el 6 de abril. La pesadilla de la mujer comenzó nuevamente: "él no duerme, nos agrede cuando no tiene plata para droga, los vecinos ya saben y me protegen", relató. Además, expuso en cámara un audio en el que una profesional de Tribunales (no quiso revelar su nombre para no afectarla en su trabajo) le explicaba que "como (el paciente) está en un lugar público, los criterios médicos quizás son diferentes a los de los lugares privados, por la cantidad de gente"

Tras la nota periodística, la mujer se contactó con este medio para informar que se comunicó con ella el ministro de Salud de la Provincia, Luis Medina Ruiz, y el director de Salud Mental del Siprosa, Walter Sigler, para ponerse a disposición. Esa misma noche, el joven fue trasladado en una ambulancia del 107, donde a la fecha continúa bajo tratamiento. 

"La ley es letra muerta"

En octubre del año pasado, la Legislatura de Tucumán declaró la Emergencia en la Atención Primaria y Preventiva de la Salud Mental, por el término de dos años. La norma facultaba al Poder Ejecutivo a "realizar las compensaciones presupuestarias tendientes a dar cumplimiento a la presente Ley", con el objetivo de implementar novedosas mejoras en la materia. 

"Pero es letra muerta: nada de eso se cumplió", explicó a Los Primeros Emilio Mustafá, psicólogo especializado en consumo problemático, trabajador del Ministerio de Desarrollo Social, con amplia experiencia en tratamiento de adicciones en los barrios más vulnerables de la provincia. "Seguimos sin lugar adecuado para la internación de mujeres, que son especialmente vulnerables porque muchas veces tienen hijos a cargo, están sometidas a violencia de género o quedan en situación de prostitución para pagar sus deudas con los transas", remarcó. Coincidió en que los turnos para consultas externas se están dando con un plazo de varios meses y remarcó la escasa cantidad de camas disponibles para internación de personas con problemas con las drogas. 

Tras dos años de pandemia y numerosos reclamos salariales, los trabajadores del Obarrio no dan abasto con la demanda de atención. El encierro, la quiebra comercial, las muertes por Covid minaron la salud mental de muchas personas. Muchos pacientes con discapacidad que tienen Subsidio de Salud están yéndose a la atención pública porque el organismo paga muy poco a los psicólogos y ellos no pueden tomar más pacientes. 

La salud mental, en Tucumán, parece haber entrado a terapia intensiva.