Afiches contra CFK: declaró el empleado de la imprenta

Francisco Serrano respondió las preguntas del fiscal porteño Mauro Tereszko. Aportó audios y números pero no pudo dar el nombre del autor ideológico
viernes 08 de abril de 2022
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Francisco Serrano, el empleado de la imprenta de Lanús que estaba acusado de haber cobrado por los afiches contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, declaró esta tarde ante el fiscal porteño Mauro Tereszko pero no pudo identificar a la persona que le encargó el trabajo. “Aportó audios y números de teléfono pero no identificó a ninguna persona porque usaban un nombre de pila”, dijo una fuente judicial al portal Infobae.

El empleado no identificó a Nilda Lilian Melhem, la jubilada de 61 años identificada por un remisero de Uber,  Emanuel Montiel, quien llevó el dinero hasta la imprenta y fue rastreado por la patente de su auto.

Serrano trabajaba para la imprenta “Vía Graphic” y le habría confesado la maniobra por teléfono a su ex jefe, quien declaró en otra causa paralela que se inició por una denuncia del publicista Enrique “Pepe” Albistur, amigo del presidente Alberto Fernández. “No dejó de ir a trabajar por este tema, estaba en un proceso de cambio de trabajo”, dijo una fuente de su defensa.

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El empleado tenía que presentarse a declarar el miércoles ante el fiscal Tereszko, pero pidió una prórroga hasta hoy. Aunque en un comienzo había designado a un defensor oficial, llegó acompañado por el abogado Nicolás Maciel.

Serrano ya había aportado su teléfono ante la Justicia, donde estarían los detalles de la maniobra. Sin embargo, hasta ahora no se procedió a la apertura de ese aparato.

Ordenan detener a quien habría pagado los afiches contra Cristina

El miércoles ya habían declarado Darío y Christian Méndez, los autores de la pegatina en distintas calles de la Ciudad de Buenos Aires. Ratificaron que los contrató Serrano y que cobraron unos $80 mil (el trabajo era por $90 mil pero Serrano se quedó con una comisión). Ante las preguntas del fiscal, aseguraron que no sabían quién fue el autor intelectual de la maniobra.

Las declaraciones

“Primero ingrese? la camioneta de culata sobre la entrada que esta? pro?xima a la garita, y personal de la empresa cargo? la camioneta con los afiches. Luego de que la cargaron, deje? la camioneta estacionada en la calle, y me dirigi? a la parte donde esta?n las oficinas, ingrese? por una escalera, me atendio? una chica, joven, me volvi a anunciar a nombre de Francisco, y la empleada me refirio? ‘ah vos veni?s a ver a Herna?n de parte de Serrano, por un pago, ah ya sabi?amos’”, relató Christian sobre el día que retiró unos 500 carteles.

La pegatina se hizo en la madrugada del 28 de marzo. Ese mismo día, Serrano pactó un encuentro en un bar de Las Cañitas para pagar el 50% del trabajo. “Le avise? por mensaje a Francisco que habi?a llegado y aparecio?, me baje? del auto, nos saludamos, se metio? por la parte trasera y me dio la plata, pero no me dio 45.000, me dio 35.000 porque habi?amos hablado que un porcentaje se quedaba e?l”, contó Mendez.

La impresión de los afiches habría costado unos $470 mil pesos, según unas anotaciones que dejó Serrano en su oficina y que fueron aportadas a la Justicia por el dueño de la imprenta, Julio Cesar Franchino. “60% de trabajo, $282.000 .... 40% del trabajo, $188.000 .... Se paga el lunes luego de estar terminado el trabajo”, decía ese archivo.

En su declaración ante el fiscal Tereszko, Serrano ratificó que ese fue el costo del trabajo.

 La persona que habría dejado un sobre con el dinero en la imprenta. Se sospecha que es el remisero de Uber.
La declaración de Serrano era esperada con atención en el mundo judicial y político porque es el nexo entre el autor ideológico de los carteles y los encargados de la pegatina. Pero no terminó de conformar a los investigadores.

Antes de trabajar en Vía Graphic, Serrano fue empleado de Latin American Communication SA (LATCOM), bajo las órdenes de Valentín Bueno, un publicista cercano a Juntos por el Cambio.

En la otra causa por los afiches, el fiscal Leonel Gómez Barbella pidió dos veces la detención de Serrano, pero la medida fue rechazado por el juez Manuel De Campos, quien en cambio ordenó detener a la jubilada de Recoleta. En ese expediente, hasta ahora solo se pidió un informe sobre las llamadas entrantes y salientes del misterioso empleado.