¿Se deben lavar los alimentos antes de consumirlos?

Existen mitos y verdades sobre la manipulación e higiene de los alimentos al momento de cocinarlos. Hay quienes sostienen que a cada uno de ellos hay que lavarlos antes de preparar alguna comida, pero hay quienes dicen que no hay que hacerlo, porque en la cocción se "higienizan". Pero, ¿cuál es la realidad?

La Lic. Raquel Carranza, especialista en Nutrición aclaró que "los alimentos tienen una función preponderante de nutrición en nuestra alimentación diaria, pero además de la selección alimentaria adecuada funcional a su aporte nutricional también es prioritario cuidar su calidad bromatológica, para que cumpla su cometido".

"A la hora de manipularlos suele producirse en ocasiones algunas dudas como si todos los alimentos requieren lavado con chorro de agua. Lavar los alimentos antes de su utilización puede ser el primer paso para reducir el riesgo de intoxicaciones alimentarias, Sin embargo, las reglas de lavado no son tan claras: mientras algunos alimentos siempre deben ser lavados; otros conviene mantenerlos lejos del agua", explicó, y luego discriminó cuáles son los productos que requieren higiene y cuáles no, necesariamente.

"Las frutas y verduras con cáscaras comestibles siempre hay que lavarlas con agua potable antes de consumirlos o a la hora de la elaboración de las comidas. Es recomendable sanitizarlas antes de su consumo. Y en cuanto a la carne y el pollo, las principales agencias de seguridad alimentaria internacionales advierten que lavar la carne, disemina los microorganismos presentes en su superficie por otras áreas de la cocina beneficiando la contaminación cruzada. La buena seguridad alimentaria se efectúa en estos productos solo a través de la correcta refrigeración y cocción, alcanzando las temperaturas correctas que destruya los microorganismos", aclaró Carranza al medio El Liberal.

Y agregó: "las frutas y verduras con cáscaras no comestibles como bananas, palta, pomelos, limones, limas y calabazas hay que lavarlos porque la suciedad y las bacterias pueden transferirse desde la cascara al interior cuando se corta o pela". 

Mientras que "los huevos no deben lavarse antes de guardarlos en refrigeración ya que degradamos la cutícula, la protección natural que tiene el huevo y que evita que los microorganismos de la superficie penetren en el interior. Solo debemos enjuagarlo cuando vamos a manipularlos para usarlos en el cocinado".

Cómo manipular las legumbres y el arroz

En el caso del arroz, "es recomendable lavarlos para quitarle los componentes que pueden en ocasiones trasladar de los lugares de producción así como también reducirle los químicos. En tanto que en el caso de las comidas o alimentos listos para su consumo, el someterlo al lavado después de su cocción puede producir mayor contaminación", expresó la Lic. Raquel Carranza.

Sobre las legumbres secas, la especialista en Nutrición indicó: "Contienen gran cantidad de suciedad de sus lugares de producción, por ello es aconsejable lavarlas- pero además el remojo es una práctica inevitable a la hora de cocinarlas y es una operación que desde un punto de vista nutricional es importante ya que no solo las ablanda, sino que aporta un elemento de seguridad como es la eliminación de los fitatos".

"Las hortalizas contienen restos de contaminantes de la huerta; hay que lavarlas"

Finalmente Carranza consideró: "Las hierbas aromáticas como la albahaca, hierba buena, menta y similares, o los germinados, al igual que las hortalizas, contienen restos de contaminantes de la huerta, es principal efectuar un correcto lavado"

"Es indispensable limpiar, desinfectar, almacenar y manipular correctamente los alimentos, porque incluirlos en nuestra alimentación diaria es sinónimo de salud y nutrición, pero si su calidad bromatológica no es la correcta puede producir intoxicaciones", sentenció.

Se recomienda limpiar y desinfectar antes de abrir las latas y los botes para evitar poner en riesgo la salud

En el caso de las bebidas o lácteos bebibles se aconseja que no se beba nunca directamente de la lata o el envase. Si bien la legislación exige importantes requisitos en almacenamiento y transporte, sería importante evitar riesgos.

"Cuando consumimos alimentos como sardinas o atún en conserva, no hay que poner tampoco la lata directamente en la heladera ya que los microorganismos que pueden estar presentes en la superficie pueden pasar al producto. Se aconseja, por tanto cambiar siempre el recipiente".

En caso de los congelados, a veces se utiliza el agua para efectuar un descongelado rápido: "Es un procedimiento absolutamente desaconsejado. El chorro de agua caliente destruye parte de las propiedades organolépticas del producto", sostiene la especialista.

El proceso de descongelamiento más adecuado se efectúa dejando el alimento en la heladera en temperatura de refrigeración o a través del microondas, si bien esta solución rápida en ocasiones puede deteriorar el gusto y la textura.

"Es recomendable que las preparaciones, tanto frías como calientes, se elaboren con la mínima antelación posible a su consumo. No dejarlos a temperatura ambiente. La cadena de frío no debe cortarse nunca, ni antes ni después de elaborado un alimento", recomendó.