Una alcaldesa ucraniana y su familia fueron ejecutados
A medida que pasan los días, tras la retirada rusa de pueblos y ciudades cercanos a Kiev por parte de las tropas ucranianas, van saliendo a la luz las atrocidades contra los civiles cometidas presuntamente por los soldados de Rusia.
La masacre de Bucha es, de momento, el ejemplo más mortífero, pero la barbarie también ha marcado otras localidades de sus alrededores como Motyzhyn, a 30 kilómetros más al sur y a 40 kilómetros al oeste de la capital ucraniana.
Los cuerpos de la alcaldesa de esta pequeña población, el de su esposo, el de su hijo y el de un hombre, fueron descubiertos en una fosa excavada bajo un pinar cercano a la casa de la edil.
La policía mostró ayer sus cadáveres, medio enterrados, a los periodistas internacionales. El cuerpo inerte de otro hombre fue hallado en un pequeño pozo del jardín. Las cinco personas tenían las manos atadas en la espalda.
Se negaron a colaborar con los rusos​
La alcaldesa Olga Sukhenko, de 50 años, su esposo y su hijo, fueron secuestrados por las fuerzas rusas el 24 de marzo, según ha explicado la policía a las agencias de noticias internacionales. El matrimonio se habían negado a colaborar con los soldados rusos, de acuerdo con el testimonio de vecinos del pueblo recogido por la agencia France Presse.
Desde que empezó la invasión rusa, llamada por el Kremlin "operación militar especial", el pasado 24 de febrero, las tropas rusas han secuestrado a otros alcaldes ucranianos a medida que tomaban el control de ciudades.
El 11 de marzo, el alcalde de Melitópol, en el sur del país, fue arrestado por la fuerza por los soldados rusos y liberado unos días después a cambio de prisioneros rusos.
En los últimos días, los soldados rusos se han retirado de la región de Kiev y el norte del país para concentrar sus esfuerzos militares en el este del país. Atrás, un rastro de destrucción y muerte.
