River no viaja a Perú y peligra el partido con Alianza Lima

La capital peruana padece distintas protestas sociales y el partido está previsto para este miércoles. Jugar el partido según lo establecido es la prioridad.
martes 05 de abril de 2022
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Alerta en Lima. A tan solo un día del partido que tendrán que jugar Alianza Lima y River en el inicio del Grupo F, el presidente Pedro Castillo amplió el estado de emergencia y decretó un toque de queda que regirá durante todo el martes hasta a las 23.59 hora local en la capital peruana, en medio de las distintas protestas sociales y el paro nacional de transporte por las subidas en los precios del combustible y los alimentos. El plantel de Marcelo Gallardo tenía previsto para hoy a las 15.50 su vuelo rumbo a Perú y, por ahora, el viaje está suspendido. No se sabe qué ocurrirá y el cambio de sede o la reprogramación del partido son dos opciones que se barajan por estas horas.

A lo largo de una mañana convulsionada, en River están aguardando garantías y confirmaciones de la Conmebol para conocer qué ocurrirá con el partido, mientras el equipo tendrá su último entrenamiento esta mañana a las 11 en Ezeiza. “Está todo en veremos, no está definido que se juegue en Lima. Y se está apuntando a reprogramarlo. Parece difícil que se solucione de un día para el otro”, le aseguró un dirigente millonario a LA NACION.

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Antecedentes y postura de CONMEBOL

La postura de la Conmebol ante estas situaciones es muy marcada: jugar el partido según lo establecido es la prioridad. Ya sea sosteniendo o modificando la sede, respetar los calendarios e intentar no poner asteriscos es una postura que la Confederación ha repetido a lo largo del tiempo en situaciones similares. Mientras tanto, Félix Chero, ministro de Justicia, confirmó que el partido que deben disputar esta noche Sporting Cristal y Flamengo en Lima por el Grupo H tendrá que buscar nueva fecha: “Se tendrá que reprogramar. No olvidemos que en medidas excepcionales hay acciones extraordinarias que se deben adoptar. Un partido del fútbol no puede anteponerse a la tranquilidad del país”.

Con la resolución de ayer por la noche del presidente Castillo, se prohibió durante todo el martes permanecer en las calles de la capital de 10 millones de habitantes, incluido el puerto del Callao, por “los hechos de violencia” que en la víspera dejaron casetas de peaje incendiadas, pequeños saqueos en algunas tiendas y choques con la policía. Lima se encuentra en estado de emergencia desde inicios de febrero, lo que implica la limitación de varios derechos constitucionales incluidos la inviolabilidad de domicilio, y las libertades de reunión y tránsito. Así, el toque de queda solo permite el funcionamiento de los servicios esenciales como mercados de alimentos, farmacias, hospitales y recogida de basuras.

De esta manera, las autoridades de seguridad peruanas y la Conmebol aguardan la evolución de la situación a lo largo del día de hoy para conocer en qué condiciones podría disputarse el partido de mañana, pero cada minuto que pasa toma más fuerza la reprogramación para evitar un conflicto mayor. ¿El gran problema? El calendario: River tiene partidos de la Copa de la Liga en las dos semanas de descanso que tiene la Copa Libertadores. El próximo miércoles 20 visitará a Talleres en Córdoba y para el miércoles 11 están programados los cuartos de final del torneo local. Así, parece difícil poder encontrar un hueco previo al último partido del 25 de mayo, justamente contra Alianza de local.

Una situación similar se vivió el año pasado con la crisis social que se desató en Colombia en mayo con enormes movilizaciones sociales y millones de personas en la calle tras una propuesta de reforma tributaria del presidente Iván Duque, que desató un marcado malestar profundizado por la crisis económica y sanitaria generada por el Covid-19. En aquel momento, el partido entre Santa Fe y River se pasó de miércoles 5 a jueves 6 y se trasladó desde Pereira a Asunción, Paraguay. Mientras que el cruce con Junior, una semana después, se jugó en Barranquilla y fue un verdadero caos: hubo enfrentamientos entre los civiles y la policía, con gas pimienta y gases lacrimógenos por doquier y el partido debió ser frenado en distintas oportunidades.

River no quiere volver a vivir una situación similar y por eso aguarda la decisión de Conmebol con las garantías de seguridad correspondientes para disputar el partido contra Alianza. Y hay tres alternativas en escena: que la situación social en Lima logre conseguir calma y se confirme el día y la sede, que se modifique el escenario del partido o que se termine reprogramando con fecha a confirmar. Todo está por definirse. / La Nación