Dalma Maradona cumplió 35 años: su historia

Aún no había pasado un año desde que Diego había llegado a la cima del mundo en México, cuando el 2 de abril de 1987 el destino lo volvió a mimar: ese día nació Dalma Maradona, su primera hija. Con su llegada el futbolista decidió homenajear a su propia mamá y llamarla con su mismo nombre.

Si bien la madre de Diego es conocida por todos los argentinos como Doña Tota, su verdadero nombre era Dalma Salvadora Franco de Maradona. Y así fue bautizada su nieta, la hija de Diego y de Claudia Villafañe.

“Dalmita, todo potencia, todo potencia”, dijo su papá cuando la presentó ante el micrófono del periodista Enrique Moltoni y las cámaras de Nuevediario, el noticiero de Canal 9, apenas unos días después de su nacimiento.

Dalma Maradona nació en la Clínica del Sol, en el porteño barrio de Palermo. Su estadía en Buenos Aires duró unas semanas y luego se trasladó a la ciudad de Nápoles, donde vivió hasta 1991, cuando tras el doping de Diego en la Serie A de Italia, toda la familia regresó a la Argentina. En ese momento ya estaba también su hermana menor, Gianinna, que había nacido el 16 de mayo de 1989.

Con el tiempo, del mismo modo en que su abuela fue “Doña Tota”, ella pasó a ser Dalma. Y como si fuera la única Dalma del mundo, cada vez que se la nombra, es la primera referencia a tener en cuenta. Diego no sólo se tatuó su nombre en uno de sus brazos (y en el otro el de Gianinna), sino que lo dejó marcado en el inconsciente colectivo.

La carrera de Dalma Maradona

Por la inercia de ser la hija de quien era, Dalma fue desde muy pequeña una persona sumamente mediática. Y como para completar el círculo, decidió ir a teatro y transformarse en actriz, estudiando interpretación con Hugo Midón.

Sin embargo, su debut dentro del ambiente artístico fue mucho antes de entrar a una clase actoral y tuvo lugar en 1997, cuando tenía 10 años, en la novela infantil Cebollitas. Allí, ser la hija de Diego Maradona resultó fundamental para esa primera oportunidad: era una tira cuyo eje pasaba por un equipo de fútbol de chicos. Y ya el título era una referencia directa a su papá y a cómo se llamó el primer equipo que integró en Argentinos Juniors: Cebollitas.

En la actualidad, Dalma es madre de una nena a la que llamó Roma y que tuvo junto a quien es su esposo desde hace cuatro años, Andrés Caldarelli. Lo conoció en la escuela secundaria (fueron compañeros de 3º a 5º año en Saint Edward’s de Vicente López) aunque se pusieron de novios bastantes años después de haber egresado.

De hecho, antes, Dalma tuvo un largo noviazgo con otro joven, Fernando Molina, quien estudiaba periodismo y al que Diego Maradona llevó a trabajar con él cuando asumió en la Selección Argentina y lo nombró su jefe de prensa personal.

Actualmente, la hija mayor de Maradona está cursando su quinto mes de embarazo. Incluso, ya anunció que será una nena y que se llamará Azul.

Claramente, la tradición se cortó. Aunque ella sea Dalma por su abuela, sus hijas no están ni cerca de llamarse Claudia. De lo que no reniega Dalma es de su origen. Así lo manifestó en su libro autobiográfico, La hija de Dios, en el que cuenta en primera persona, con tono intimista y grandes aportes de humor, cómo vivió cada momento célebre para su padre.