Dramático testimonio de esposa de turista inglés asesinado

“Espero que todos vean que las elecciones en la vida tienen consecuencias: nunca entenderán la pesadilla que hemos vivido”, dijo Susan Helen Gibbard,
martes 29 de marzo de 2022
FUREMUFEXNF6HC2K32NRLOQGZM
FUREMUFEXNF6HC2K32NRLOQGZM

La esposa de Matthew Gibbard, el turista inglés asesinado en diciembre de 2019 en un asalto en la puerta del Faena Art Hotel de Puerto Madero, afirmó, durante el juicio por el homicidio, que la estadía de su familia en Buenos Aires fue “una pesadilla” y que viven “de manera dramática”. Además, les dijo a los 13 imputados que todos “colaboraron” en el hecho y “decidieron ir por la maldad”.

Susan Helen Gibbard, de 55 años, esposa del desarrollador inmobiliario asesinado, brindó testimonio a través de la plataforma Zoom y con la presencia de una traductora, en el juicio que se le sigue a 13 ciudadanos venezolanos ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°17, integrado por los jueces Silvia Guzzardi, Pablo Vega y Juan Giúdice Bravo.

“Nos vieron en el aeropuerto, eligieron seguirnos y cometer este terrible delito. Espero que todos vean que las elecciones en la vida tienen consecuencias: nunca entenderán la pesadilla que hemos vivido”, sentenció.

A través de la página fiscales.gob.ar se informó que la mujer relató los detalles de la llegada a Argentina, desde el momento en que llegaron al Aeropuerto de Ezeiza y tomaron la combi que los dejó en el hotel de Puerto Madero.

Al momento de llegar al lugar, el conductor bajó del vehículo y de acuerdo con lo expresado por la testigo, tanto Matthew como Stefan Zone -su hijastro- salieron a buscar las valijas, y cuando ella bajó y se encontraba en la vereda, sintió que alguien, desde atrás, intentaba sacarle su bolso.

“Vi que mi esposo corrió y que había gente escondiéndose. Pude ver a Matthew y escuché a Stefan diciendo algo sobre su pierna. Luego vi humo y cómo mi esposo estaba frente a mí, con sangre en su boca”, rememoró.

Susan vio que su marido se desvanecía y que algunas personas del hotel intentaban ayudarlo, tras lo cual fue trasladado en ambulancia al hospital, donde le informaron que había fallecido.

Ante las preguntas de la fiscal María Luz Castany, puntualizó que el arma que vio era de color plateada y que dos hombres fueron los que los abordaron y que solo uno de ellos tenía un casco de moto en la cabeza.

Una carta dramática
Hacia el final de su exposición, la testigo pidió leer una carta que escribió donde detalló cómo su familia atravesó estos 27 meses desde el homicidio.

“El impacto de la muerte de mi esposo tiene ramificaciones totalmente dramáticas para nuestra vida, para nuestros hijos, familia y amigos. Creí que íbamos a envejecer juntos: sé que la vida es nada para ustedes y que mi marido fue simplemente un objeto, pero su vida fue muy importante para muchos de nosotros”, comenzó.

La esposa de la víctima aseguró que “Matthew no murió por una enfermedad, sino por una acción violenta provocada para conseguir dinero y un reloj”.

“Todos tienen la opción de ser buenos o malos en la vida y todos ustedes decidieron ir por la maldad ese día”, dijo, en alusión a los imputados, antes de puntualizar que “cada persona colaboró” en la muerte de Gibbard.

Por último, señaló: “Nos vieron en el aeropuerto, eligieron seguirnos y cometer este terrible delito. Espero que todos vean que las elecciones en la vida tienen consecuencias: nunca entenderán la pesadilla que hemos vivido”. 

Los otros dos testimonios


Tras su declaración, se conectó mediante Zoom Stefan Joshua Zone, de 30 años, hijo de Susan e hijastro de Matthew Gibbard, quien afirmó que salió del vehículo para bajar las valijas, ya en Puerto Madero, y que tras escuchar un grito, vio a una persona que intentaba sacarle un bolso a su madre.

Relató también que escuchó un disparo que lo hizo correr para ubicarse detrás de un auto y que, luego de eso, vio a una persona apuntándole a su padrastro.

El joven recordó entonces que vio a uno de los hombres apuntándole a Matthew y que se puso a forcejear con el otro, a quien luego soltó debido a los gritos de su madre. De acuerdo a su testimonio, en ese momento gritó para que pararan y sintió “un pinchazo” en su pierna y cayó al suelo.

Zone dijo que pudo “ver el cuerpo de Matthew acostado” y que su madre “estaba llorando y él tosía sangre”, por lo que quería cerrar los ojos para no ver cómo estaba su padrastro.

La fiscalía le preguntó detalles sobre los hombres y el joven dijo que había uno que era muy delgado y que ese fue el que les disparó tanto a él como a su padrastro, en tanto aseguró haber escuchado varios disparos y que incluso hubo uno antes de que lo hirieran.

Los cuatro venezolanos acusados de haber participado directamente del crimen del empresario constructor son Ángel Eduardo “Cachete” Lozano Azuaje, Luis José Lozano León, Aly José Ramos Ladera y Carlos José Manzo Tortolero, quien en el debate reconoció que esa no era su verdadera identidad, dijo que su nombre es Carlos José López Sánchez y aportó otro número de identificación y una fecha de nacimiento distinta.

Por este hecho, la fiscalía los imputa por “homicidio agravado criminis causae” (matar para ocultar otro delito y lograr la impunidad), “tentativa de homicidio agravado criminis causae” y “tentativa de robo doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por su comisión en lugar poblado en banda”, delitos por los que podrían ser condenados a prisión perpetua.

Los otros nueve acusados son Rubén Darío Cañete Lobo, Anailuj Yesenia Aguilar Tovar, Daniel José Reinoza Zambrano, Elvis Javier Escalante Blanco, Christian Rafael Caicedo Lobo, Miguel Ángel Aguirre Cancine, Samuel Francisco Zerpa Menezes, Franco Antonio Rodríguez y Carlos Alberto Martínez Moreno.

A todos ellos, la fiscalía los acusa de integrar, junto a los cuatro imputados por el homicidio, una “asociación ilícita” que se dedicaba a asaltar a personas que arribaban al país desde el aeropuerto de Ezeiza y les atribuyen haber cometido desde el 12 de noviembre de ese año y hasta un día antes del crimen de Gibbard, otros siete “robos agravados” en hoteles y otros sitios de la Capital Federal.

De Pedro, el intermediario entre Alberto y Cristina