El espacio que recuerda a los hermanos Arancibia está en ruinas

Francisco Isauro y Arturo René Arancibia, fueron asesinados el 24 de marzo de 1976 por personal civil y policial en el local de la Agremiación de Educadores de la Provincia (A.T.E.P.) donde residían. En un mural levantado en calle Congreso y Las Piedras, se quiso rendir homenaje a los docentes oriundos de Monteros que fueron las primeras víctimas de la última dictadura militar, pero hoy el periodista Fabián Páez, para Los Primeros TV comprobó el deterioro que presenta el espacio.

Las placas tiradas en el piso, una leyenda inentendible y el abandono generan un profundo dolor para quienes dieron su vida por una lucha que consideraban justas, por la reivindicación de las condiciones y los derechos de los educadores tucumanos. Los hermanos Arancibia, con dos escopetas de caza, resistieron y dieron muerte a uno de los asesinos, cayendo ellos después. El cuerpo de Isauro Arancibia tenía más de cien balazos.

Siempre para estas fechas, se recuerda que Isauro fue un maestro rural que desde muy joven llegó a dirigir ATEP, y desde allí impulsó la unidad de todos los gremios, principalmente con la FOTIA de Atilio Santillán. Fue protagonista del proceso que llevaría a la fundación de CTERA, de la que fue su Secretario General Adjunto.