El trágico caso de Cristian Quiroz, el Rayan argentino

Cristian Quiroz pisó una chapa y se desplomó a 19 metros de profundidad. La causa tuvo tres condenados y sus rescatistas todavía no pueden superarlo.
domingo 06 de febrero de 2022
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El 19 de marzo de 1998, Cristian Quiroz escuchó el timbre de salida del jardín de infantes al que concurría y corrió al encuentro de Norma, su mamá, que lo esperaba a pocos metros. La tomó fuerte de la mano y caminó junto a ella hacia la casa de su abuela.

Oriundos de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, recorrieron la Avenida Moreno para llevar a cabo el camino de siempre. En el trayecto, el nene de 5 años pisó una chapa y cayó a un pozo de agua de más de 19 metros de profundidad, el cual no tenía ningún tipo de señalización.

Norma dejó de verlo pero escuchaba sus gritos lejanos, entremezclados con un desesperado pedido de ayuda en el que Cristian suplicaba por su mamá.

El niño golpeó sobre una superficie de barro que lentamente comenzó a achicar el diámetro del pozo. Los rescatistas, bomberos y un sinfín de vecinos arribaron rápidamente hasta allí para lograr llegar a él lo antes posible.

El rescate duró más de 33 horas, pero el cuerpo de Cristian fue sacado sin vida. Si bien fue trasladado en helicóptero al hospital para realizarle tareas de reanimación, la autopsia confirmó que llevaba muerto más de 10 horas.

El recuerdo de uno de los rescatistas que intentó salvar a Cristian en San Nicolás

Eduardo Crocce, exdirector de Defensa Civil de San Nicolás, fue uno de los primeros en llegar al pozo con el objetivo de rescatar a Cristian.

“Trabajamos de las 13 hasta las 22.30 de la noche posterior. Gracias a una máquina excavadora que habían conseguido en el conurbano bonaerense, comenzamos a hacer un pozo paralelo al que estaba Cristian. Luego otro señor, experto en excavaciones, hizo la conexión entre los pozos y por ahí lo sacamos”, dijo.

“Nunca evaluamos el derrumbe, porque estamos a pocos kilómetros del Río Paraná y la tierra es fuerte. No se previó. Pero es uno de los peligros que puede haber”, detalló.

El experto también recordó cómo pudieron dar con el pequeño: “Se vivieron momentos muy difíciles. Todos colaboraban, todos le dimos para adelante. Cuando llegué a las 13 lo único que pude a ver fue el codito de Cristian. Estaba todo tapado por barro. Comprobaron que el cuerpito estaba junto a un pequeño cerdo que había caído en el pozo y también murió ahí”.

Tres condenados y una sensación de injusticia tras la muerte de Cristian

En 1991, tras la muerte de Cristian Quiroz, la Justicia condenó al dueño de la empresa constructora Topsa SA a pasar dos años y diez meses de prisión por homicidio culposo. También a un funcionario que debía controlar las obras públicas en San Nicolás y a otro inspector municipal.

Tras el hecho, el municipio explicó que el pozo permanecía allí por el siguiente motivo: la comuna solo reconocía el pago de un sólo pozo piloto y de explotación. Como el lugar en el que cayó Cristian no servía, Topsa hizo otro y dejó ese –que debería haberlo cerrado luego de la obra inconclusa– abierto en plena calle.

El juez Edgard Rodríguez, del Departamento Judicial de San Nicolás, encontró culpable a Juan José Gómez, el ingeniero y funcionario del municipio por poseer “poder excluyente de decisión sobre la obra como para exigir en nombre de la comuna, al representante técnico de la contratista, el relleno del pozo en cuestión”.

Lo mismo ocurrió con el presidente de la empresa Topsa SA, Miguel Ángel Pampalone, la constructora subcontrata para perforar los pozos de extracción de agua por Vechi SA.

Para Rodríguez, Pampalone no cumplió con “sus facultades decisorias como representante técnico de Topsa SA, para ordenar el cegado (relleno) y del motivo evidente del abandono del pozo para evitar los gastos que ello le demandaba”.

El último caso fue el del inspector municipal Claudio Actis, quien no llegó a ir a prisión aunque sí fue condenado por “una menor injerencia que tuvo en el resultado final”.

Oscar, papá de la víctima, llegó a recorrer 300 kilómetros en bicicleta para presentarse en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Luego de realizar marchas y huelgas de hambre, el hombre buscaba que las penas a los condenados fuesen mayores y que se incluyeran en las mismas a otros funcionarios. Su reclamo nunca tuvo éxito.

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Fuente: Somos Jujuy