El show de Daniil Medvedev ante Auger-Aliassime

Insultos y quejas, y el recuerdo de Djokovic que generó silbidos. El ruso Medvedev mostró un costado mucho más emocional en su remontada durante el partido.
miércoles 26 de enero de 2022
FY7LVMSXQJGSDLOTVU6HVMRKWA
FY7LVMSXQJGSDLOTVU6HVMRKWA

Daniil Medvedev, la segunda mejor raqueta del mundo, suele ser un témpano dentro del court. Sin embargo, en su épico partido de los cuartos de final del Australian Open frente al canadiense Felix Auger-Aliassime (remontó dos sets y un match point para triunfar por 6-7 [4-7], 3-6, 7-6 [7-2], 7-5 y 6-4, en 4h42m) el ruso mostró un costado mucho más sanguíneo y emocional. En el Rod Laver Arena, insultó al director de cámaras, festejó puntos a los gritos, introdujo la figura de Novak Djokovic en el court provocando abucheos y emparejó las reacciones citando a Rafael Nadal y Roger Federer.

Luego del partido, en la mismísima superficie dura del torneo aussie, en la habitual entrevista con el estadounidense Jim Courier (exnúmero 1 del mundo, dos veces campeón en Australia), Medvedev dijo que no sabía cómo había hecho para dar vuelta el partido. Aunque se refirió a Djokovic, deportado de Australia antes del torneo, tras varias jornadas caóticas entre tribunales australianos y mensajes pro y anti vacunas contra el Covid-19.

El partido 

“No sé si a la gente le gustará, pero estando dos sets abajo me pregunté a mí mismo: ¿qué haría Novak en esta situación?”, dijo el moscovita, pícaro. Y la reacción del público fue mixta: se oyeron aplausos pero también silbidos para el serbio, nueve veces campeón en Melbourne, pero rechazado por gran parte de los australianos por querer competir en ese país sin estar vacunado contra el coronavirus.

Claro que de inmediato los silbidos se transformaron en aplausos cuando Medvedev dijo que también pensó cómo actuaban en esos casos “Rafa o Roger”. Luego, añadió: “Novak es uno de los más grandes, junto con Roger y Rafa, y tengo que recorrer un largo camino para llegar a su nivel. Entonces pensé: si Felix quiere ganarlo tiene que sudar, lucharé hasta el último punto. Fue divertido cuando cerraron el techo, me di cuenta de que tenía que ser más agresivo y empecé a jugar mejor. En el primer set estaba sudando mucho, mis manos estaban resbaladizas, no podía pegar bien, no sabía qué hacer. El cierre del techo ciertamente me ayudó porque sudaba menos”.

Fue un partido extenuante, de 4h42m, en el que Medvedev mostró todos los estados de ánimo. Hubo un momento incómodo para el umpire, con el marcador 2-1 en favor de Auger-Aliassime en el cuarto set. Medvedev explotó contra el operador de cámara al no gustarle lo que estaba mostrando en las pantallas gigantes del estadio. Y se lo dijo al juez de silla, el francés Damien Dumusois: “¿Puedes pedirle al operador que deje de ser realmente estúpido y ponga los enormes planos de la cara de Felix justo antes de mi regreso? ¿Puede ser más estúpido? Idiota. Realmente no necesitas tener cerebro para hacerlo, es increíble”, escupió. El umpire (muy experimentado en el circuito) lo escuchó y terminó complaciéndole el pedido: tomó su handy y avisó lo que ocurría.

Los minutos y las horas pasaron. Con coraje y lucidez, Medvedev logró dar vuelta el partido para ganarse -por segundo año consecutivo- un lugar entre los mejores cuatro del Australian Open. Antes de abandonar el Rod Laver Arena le dejó un mensaje al griego Stefanos Tsitsipas (4°), su próximo contrincante. “Not tired (No estoy cansado” escribió en la cámara, sonriente. Poco ortodoxo técnicamente, algo antipático para muchos, Medvedev va por todo construyendo un personaje que, sin dudas, seguirá ganando protagonismo en el tour.

Fuente: La Nación 

Por la lluvia están “con el agua hasta la cintura”