El emotivo último adiós a la joven que protagonizó la foto más cruel de la pandemia
La imagen conmocionó al país en mayo del año pasado. Lara Arreguiz, de 22 años, acostada en el piso del hospital Iturraspe de Santa Fe, tapada con una campera. Había llegado al centro médico junto a su mamá, con síntomas de coronavirus, y tuvo que esperar en un pasillo ante la falta de camas en terapia intensiva. Murió días después.
Aunque desde el hospital aseguraron que la joven estudiante de veterinaria estuvo esperando "30 minutos, no horas", el caso puso en evidencia el colapso del sistema sanitario, en pleno pico de la pandemia del coronavirus.
Ocho meses después, su familia pudo homenajear a Lara. Lo hicieron a través de un emotivo último adiós, en el que esparcieron sus cenizas en el Lago Huechulafquen, al sur de Neuquén, uno de los lugares preferidos de la joven.
"Rodeada de pétalos de rosas que te acompañaron, comenzaste un nuevo viaje por el lugar que amabas. Siempre en nuestro corazón y como un ser de luz que nos acompaña cada día. #JusticiaPorLara”, fue la publicación realizada en Facebook por la mamá de Lara.
En otro posteo, agregó: "Despidiendo a mi reina. Era un lugar amado por ella. Le encantaba el frío, la nieve y la lluvia. Ahora descansa en paz y recorre lugares maravillosos!!! Cumplimos con tu voluntad. Siempre en mi corazón mi amor #Justiciaporlara".
Un caso impactante
El domingo 16 de mayo, la familia decidió llevar a Lara al Hospital Protomédico, según le contó su madre a Aire de Santa Fe: “Nos dijeron que podía ser Covid, pero que en ese momento no tenían los medios para atenderla y nos mandaron a casa”.
El lunes 17 volvieron al lugar, donde la hisoparon, le realizaron placas y le recetaron antibióticos. Otra vez en su casa, volvió a sentirse mal, por lo que decidieron llevarla al nuevo Hospital Iturraspe.
La mujer denunció que estuvo horas esperando en ese pasillo. “Yo entiendo el colapso sanitario, pero me duele haberla visto tirada en el piso sin respirar y que nadie haga nada”, planteó la madre de Lara.
Ante la insistencia y la desesperación de su madre, Lara fue ingresada y se realizaron los trámites para que ese ingreso fuera en un sector acondicionado para pacientes con Covid en el viejo Hospital Iturraspe. Cuando iban a trasladarla en ambulancia, Sánchez pudo tener el último contacto con su hija.
Luego fue aislada por ser contacto estrecho. Fue su padre, quien ya había tenido coronavirus, el que pudo visitarla y verla a través de una ventana. El miércoles 19 le informaron que iba a ser trasladada a una cama intermedia, donde le suministraban insulina por goteo.
Un día después, la glucemia estaba controlada, pero surgieron complicaciones con su cuadro respiratorio, ya que los pulmones estaban afectados severamente por el virus. La trasladaron a una cama de terapia intensiva y el viernes a la madrugada, después de sufrir tres paros cardíacos, falleció.
Días después de la muerte, la familia de Lara denunció penalmente a los tres hospitales a los que acudió la joven.
Tras la repercusión del caso, Rodrigo Mediavilla, director de Tercer Nivel del ministerio de Salud de Santa Fe, le pidió "perdón a la familia" y consideró que "la foto que se ha viralizado es un error de empatía propio del hospital".
"La foto que se ha viralizado es un error de empatía propio del hospital y ya hemos hablado para subsanarlo. Pero es un error propio del sistema en el que vivimos. Los médicos están tan cansados, tan estresados, tan colapsados... No quiero disculpar el error, lo asumo como propio y le pido perdón a la familia", expresó el funcionario, en diálogo con LT 10.
