La fuga de un procurador condenado a perpetua por un crimen sigue generando polémica. Un abogado en actividad y pariente del evadido fue procesado porque habría conlaborado en la evasión. Mientras tanto, el penado sigue sin aparecer y los familiares de la víctima continúan insinuando que había recibido privilegios por parte de la Justicia.

Carlos Chequer, de 62 años, fue asesinado el 27 de febrero de 2019 en el garaje de su casa, ubicada en Matienzo y San Luis, en el barrio Haimes de Concepción. Por el caso fue detenido y procesado Miguel Antonio Vega. En julio de 2021, el acusado fue condenado a prisión por ser considerado autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por alevosía y criminis causae. La pena fue impuesta por el tribunal integrado por Elena del Tránsito Grellet, Jesús Carlos Pellegri y Rodrigo Sebastián Martiarena.

Los jueces ordenaron que el condenado cumpla la prisión preventiva con la modalidad de arresto domiciliario hasta tanto quede firme la sentencia. El lugar ofrecido por el imputado para continuar detenido era el estudio jurídico de su padre (reconocido ex magistrado del sur de la provincia) que está ubicado en pleno centro concepcionense. Debía ser controlado por policías y sus pasos, seguidos por un dispositivo electrónico. Pero el miércoles Vega desapareció.

El hecho fue confirmado por el abogado Leandro Juárez, con quien el condenado compartía el estudio en España 1.581. “Llegué y ya no estaba. Desconozco los motivos de su decisión”, sostuvo el letrado. Varios allegados opinaron que habría tomado esta decisión al circular la versión de que la Corte Suprema de Justicia estaba cerca de ratificar la condenada que había recibido.

Investigación y medidas

Personal de la Brigada Sur, al mando de los comisarios Carlos Díaz, Carlos Mendoza y Jorge Dib analizó las imágenes de las cámaras de seguridad públicas y privadas de la zona donde cumplía el arresto domiciliario. Así descubrieron que Vega salió del lugar donde estaba detenido en la madrugada del miércoles con una bolsa de residuos de consorcio, luego de que un auto se detuviera al frente. Se subió al vehículo y huyó.

Los pesquisas, rastreando las imágenes, lograron determinar que se trataba de un taxi. Ubicaron al conductor, quien les informó cuál había sido el recorrido que hizo con Vega y que lo dejó en una garita de Acheral. También describió al vehículo al que ascendió y que, a su criterio, partió rumbo a los valles.

Los efectivos de la Brigada de Investigaciones Sur, al analizar las cámaras de distintos lugares de Tafí del Valle, no sólo confirmaron la versión, sino que además lograron descubrir que efectivamente Vega había viajado hasta ese centro turístico en una camioneta. También obtuvieron información para determinar quién era el propietario. Llegaron a descubrir que la titular era una mujer, que sería funcionaria del Centro Judicial de Concepción y que estaba casada con abogado que es pariente del evadido.

Con todas esas pruebas, Rivadeneira solicitó la detención del sospechoso de haber colaborado con Vega y una serie de allanamientos para tratar de encontrarlo. En un primer momento, el juez Enrique Cacicci rechazó varias de esas medidas, pero finalmente las terminó autorizando con horas de demora.

Efectivos de Sustracción de Automotores detuvieron el sábado a la tarde a José Adolfo Vega (46 años), acusado de haber colaborado con la evasión de su pariente. También allanaron su domicilio de Florida al 700 y los estudios de él y de otros familiares. También se presentaron en el domicilio que un pariente del director tiene en Tafí del Valle. El prófugo no pudo ser encontrado.