Las enfermedades respiratorias del próximo invierno

Así lo anticipan los resultados de un modelo predictivo; se espera la inminente aprobación de la vacuna contra el virus de la bronquiolitis
viernes 28 de abril de 2023
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Hace ya casi dos años y medio desde que el personal de una “granja de congeladores” en esta localidad del noreste estadounidense despachó un domingo por la mañana las primeras dosis de la vacuna de ARNm contra Covid-19. Con millones de unidades aplicadas en el mundo desde diciembre de 2020, esperan que en los próximos dos meses se defina la variante con la que se producirán los nuevos lotes para refuerzos que almacenarán en más de 600 freezers. Por el momento, esos congeladores a -70°C conservan el stock de vacunas bivalentes producidas con la variante original de Wuhan y ómicron.

“Estamos en diálogo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la FDA [por la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos] para evaluar una vez por año, en reuniones que serán en mayo en Ginebra y en junio en Estados Unidos, si lo que sucede en el hemisferio norte [por la circulación de las subvariantes XBB de ómicron] se repite en el hemisferio sur o si hay alguna población, como los mayores de 65 y las personas con factores de riesgo, que necesite más de un refuerzo anual”, señala Alejandro Cané, director de Asuntos Médicos y Científicos para Vacunas del laboratorio Pfizer, que produce una de las dos vacunas de ARNm disponibles.

Con esa plataforma, según agrega el pediatra argentino, “la ventaja es que permite una adaptación muy rápida: entre 90 y 100 días podemos tener lista una vacuna que proteja contra la variante que esté produciendo enfermedad y hospitalizaciones”.

Cuando esa protección es menor al 70%, de acuerdo con datos de los sistemas nacionales de vigilancia epidemiológica (población) y genómica (virus) en el mundo, deja de ser adecuada y hay que modificar la composición de las vacunas.

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“Tenemos un problema de salud pública que vino para quedarse”, dice Cané por el Covid-19. Plantea que, frente a las subvariantes de ómicron que circulan al momento, tan alejadas ya de la variante original de Wuhan que podría dejar de incluirse en las nuevas formulaciones, las próximas dosis de refuerzo podrían ser tanto bivalentes como monovalentes, según sea la evolución del coronavirus. 

El modelo predictivo a seis meses con el que trabaja la compañía para prever esos cambios anticipa que, en los próximos meses, en el hemisferio sur se repetirá el escenario del año pasado.

Covid 

“En 2020 y 2021, solo hubo Covid y, a medida que se flexibilizaban las actividades sociales, reapareció el virus sincicial respiratorio (VSR), que primero infecta a los más chicos con la bronquiolitis y, después, a los mayores –repasa Cané ante la consulta–. En 2022, vimos cómo el Covid, la influenza y el VSR causaron casi en partes iguales las internaciones por enfermedad grave. Ahora, expertos a nivel global y nuestros datos coinciden en que se repetirá esa secuencia: el riesgo de tener coinfecciones virales, como gripe y VSR, gripe y Covid o VSR y Covid, es importante. La vulnerabilidad de los menores de dos años, los mayores de 65 y las personas de cualquier edad con comorbilidades es elevada.”

Recuerda, ante eso, que es recomendable prepararse para el invierno con la dosis anual de la vacuna antigripal y, si ya pasaron más de entre cuatro y seis meses de la última dosis, el refuerzo de Covid, que podría actualizarse en los próximos meses. La FDA podría aprobar la vacuna contra el VSR para los mayores de 60-65 en mayo o junio y para las embarazadas, en agosto, según comenta Cané.

Como con la tos convulsa, la inmunización materna transfiere la protección al bebé para los primeros meses de vida. De ser así, como publicó LA NACIÓN, será la primera vacuna materna contra el virus de la bronquiolitis en lactantes.

“La pandemia cambió para siempre cómo se investiga y desarrolla una vacuna”, afirma Alejandra Gurtman, vicepresidenta de Investigación y Desarrollo de Vacunas de Pfizer.

Ayer, ingresó por primera vez a la planta en esta ciudad donde se elaboraron 924 millones de dosis en casi dos años y medio. Al frente de un equipo de unas 1000 personas, fue la encargada de coordinar las pruebas de seguridad y eficacia con las que la FDA autorizó la vacuna el 11 de diciembre de 2020. A los dos días, se despachó el primer envió de 2,9 millones de dosis desde la granja de congeladores, que ocupa una superficie más grande que una cancha de fútbol americano, como comparan acá.

Las instalaciones se abrieron ayer a medios de la región y Estados Unidos a propósito de la 21° Semana de la Vacunación en las Américas y la 12ª Semana Mundial de Inmunización, que finaliza este mañana, integra la red de producción para abastecer la demanda mundial con una plataforma que, por el momento, comercializan Pfizer y Moderna, dos laboratorios estadounidenses